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¡Hay tamales...!

Javier Olmos/
El Diario de Juárez

2018-01-31

Sazonados con chile verde o rojo, con carne de pollo, cerdo, res o de dulce, estilo norteño, veracruzano o con algún toque peculiar, los tamales son el principal platillo con el que los fronterizos pagarán mañana la deuda adquirida el pasado 6 de enero.
Y es que ese día, cuando al cortar la Rosca de Reyes les salió “el monito” adquirieron el compromiso tradicional de comprar comida para este 2 de febrero en la celebración del “Día de la Candelaria”.
Para la ocasión las tamalerías están preparadas porque mañana hacen una de las ventas más importantes del año, incluso superior que el 24 de diciembre.
Durante este lapso elaborarán grandes cantidades del platillo típico de la cocina mexicana a pedido de quienes los tienen que pagar, pero prefieren no cocinarlos.
“A mí me salió el monito blanco, pero no voy a cocinar tamales, más bien pienso ir a comprarlos, una docena para todos en el trabajo”, comenta Raúl Reyes, oficinista.
Gracias a quienes les “salió el monito”, como a Raúl, los trabajadores de la tamalería El Sinaloense comenzaron a elaborar más de 7 mil tamales que piensan vender mañana.
El menú aguarda con opciones de tamales de res en chile colorado, pollo en verde, rajas con queso y el “estilo Sinaloa”.
Este último elaborado a base de elote, carne de puerco en chile colorado, rajas de zanahoria, papa, aceitunas, ejotes y chicharrón.
“Hay maquilas que compran hasta 2 mil 400 tamales, además de escuelas y oficinistas, los llamados Godínez”, dice Lorena, empleada del negocio ubicado en una plaza comercial en el cruce de las avenidas Rafael Pérez Serna y Laguna de Tamiahua, a unos metros de la “Curva de San Lorenzo”.
Aún y cuando el uso de las tecnologías en la elaboración de alimentos avanza, aquí el tamal sigue siendo un alimento laborioso y, quizá, el más artesanal del menú, que incluye, entre otras comidas, el típico menudo.
Lo único que hace una máquina es preparar los hasta 450 kilos de masa que se necesitan para los 7 mil 200 tamales que piensan vender mañana. En el proceso participan en promedio 10 trabajadores que son contratados temporalmente, cada año, entre noviembre y febrero, las fechas de mayor producción.
Aunque hasta ahorita los apartados son pocos, esperan más clientes porque la fecha cae en viernes.
El tamal cuesta 12 pesos, mientras la especialidad de la casa, el Sinaloa, alcanza los 15. Los cocineros mantienen el producto congelado el tiempo necesario y luego lo cocinan debido a que no se puede hacer el mismo día además porque no usa conservadores.
“No lo podemos hacer el mismo día, imagínese, son muchas cantidades de tamales, no la haríamos. Pero no pierden el sabor, porque se congelan crudos y al cocerlos recuperan sus jugos”, explica la encargada del negocio.
Datos de Internet establecen que quienes sacaron el “muñequito” en la Rosca de Reyes, se convierten en los “padrinos del Niño” y tienen que ofrendar tamales el 2 de febrero, día en que, según la tradición, se levanta al Niño Dios del pesebre para vestirlo y continuar la ruta católica que pasa por los Carnavales de marzo.
“Ahorita vamos un poco atrasados porque siempre (los clientes) dejan todo para el último, aunque sí hay muchas llamadas para saber los precios”, anota Lorena. (Javier Olmos / El Diario)

jolmos@redaccion.diario.com.mx

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