Fernando Aguilar/
El Diario de Juárez
Organizaciones de la sociedad civil consideraron alarmante el crecimiento en el número de menores que han perdido a sus padres a manos de la violencia.
Cifras del Fondo de Atención a Niños, Niñas y Adolescentes, Hijos de las Víctimas de la Lucha contra el Crimen Organizado (Fanvi) muestran que estos casos pasaron de 3 mil 491 en 2011 a 9 mil 679 acumulados en 2018.
La atención a todas esas víctimas le ha costado al Estado más de 145 millones de pesos en seis años, según esos datos.
María Teresa Almada Mireles, directora de la asociación Casa Promoción Juvenil, consideró que esta situación es preocupante porque “aun cuando los asesinatos disminuyeron en comparación con los años más duros de la violencia, todavía hoy quedan secuelas y efectos”, dijo.
“Vemos condiciones muy terribles donde hay una gran cantidad de procesos de naturalización de la violencia. En muchos casos hay afectaciones muy severas y si a esto le añadimos todo el conjunto de ambientes en que están creciendo estos jóvenes vemos una problemática muy profunda”, externó.
La académica de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez (UACJ) consideró que no existen programas adecuados de ningún nivel de gobierno para atender la problemática.
Para Alcides Flores Martínez, director de Ciudadanos Organizados por el Desarrollo Integral de las Comunidades (Codic), estos números ponen en duda el papel tanto de la sociedad como de las autoridades.
“Estos números son un indicador que no nos deja nada bien como gobierno y sociedad. Es preocupante que no haya suficientes programas que atiendan a estos niños víctimas de la violencia. Son muy escasos los que existen. La raíz de esta situación es la violencia que no han podido combatir los gobiernos”, comentó.
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