Javier Olmos/
El Diario de Juárez
Desde El Paso puede verse una zona del norponiente de Juárez donde destacan las casas de colores que le dan a esta ciudad un aspecto pintoresco y llamativo. Muy mexicano.
Aunque el estilo es una réplica de la tendencia en barrios de otras ciudades como Puebla, Zacatecas y Pachuca, aquí se observa como una manifestación del barrio, donde la mayoría de sus habitantes anhelan vivir en paz.
Es la colonia Popular, rodeada de otras como la Altavista, la Bellavista y Paso del Norte, donde hasta hace unos años se sostenían altos números de violencia, principalmente por pandillerismo.
“Antes aquí los barrios se bronqueaban, siempre se agarraban a pedradas o a balazos. Ya nadie quería pasar por aquí porque te asaltaban”, relató Luis Gerardo, de 20 años.
Sentado en la esquina donde convergen las calles Margaritas y Argón, en una zona alta desde donde se aprecia el movimiento de El Paso, asegura que en la zona hay otra dinámica, distinta a la de inseguridad.
En el barrio donde antes se juntaba la pandilla “Las Moras Park” ahora hay tranquilidad, dijo. “Los vecinos salen a todas horas y un pasaje de murales pintados en varias casas hacen ver todo más alegre”.
Y llamativo, agregó Alberto Medrano afuera de su casa en la misma calle, frente a la escuela primaria Ford 91, en la que el boceto de un gran búho nocturno bajo una luna amarilla parece que vigila la cuadra.
Es todo un pasaje cultural.
Alrededor de unas 10 cuadras sobre ese callejón lucen pintadas con grafiti artístico que colocó el colectivo Proyecto Juárez Mágico, que con trabajos como este, busca rescatar los lugares “perdidos” de esta frontera.
Es una campaña de prevención social que intenta despertar un sentimiento de empatía y un sentido de arraigo hacia su entorno inmediato, indica el Fideicomiso para la Competitividad y Seguridad Ciudadana (Ficosec), que encabeza el movimiento.
Calles abajo, sobre el bulevar Bernardo Norzagaray, existe un callejón de escaleras multicolor que pocos en la ciudad conocen o han visto al menos en fotografías, así lo indican fotos subidas a redes sociales.
El estilo se asemeja a otras escaleras de arte pintadas en ciudades representativas para el mundo, como la Escalera de Selaron en Río de Janeiro, la Escalera Divina de Valparaíso, en Chile; o las que se encuentran en un pasaje cultural en Wuppertal, Alemania o las escaleras de la Paz, en Siria.
Las más parecidas, quizás, son las que con colores geométricos pintan un fascinante pasadizo en la ciudad Beirut, en El Líbano.
“No todo es feo aquí y más porque la vista queda casi exactamente enfrente de UTEP (la Universidad de Texas en El Paso). Aquí nos llega toda esa atmosfera”, dice Laura Avitia, habitante de la colonia vecina Paso del Norte, hasta donde ha llegado también la pintura de colores para las casas.
En internet, la colonia Popular se ubica fácilmente por el índice de hechos violentos que la hacen parecer, aún, como una zona insegura. Asaltos y homicidios, son los indicadores más frecuentes.
“El barrio ‘Las Moras Park’ tenía pleito con todos. Con los (otros barrios) de ‘La Lupita’, ‘La Pemex’, ‘La Villa’, ‘Los Homeboys’, eran peleas muy sangrientas”, dice Jesús Antonio, un joven que acompaña a Luis Gerardo cuando narran su infancia por el barrio.
“Pero mataron a muchos tras la violencia”, anota, haciendo referencia a la mayor época de violencia registrada en Juárez, entre el 2007 y 2012.
Dice que sigue habiendo hechos delictivos, pero es “rara la vez” que pasan.
“Antes se ponía bien feo en esa parte y aparte de que estaban bien feas (las casas), pues ahí antes se ponían a vender mucha droga”, agrega Diego Olague, un joven que visita a su abuela todos los días en la colonia.
“Te voy a decir que antes la colonia estaba demasiado triste, nada de color. Pienso que querían darle vida, darle otra idea y dejar el pasado atrás y mirar hacia adelante, y pues pintaron los rincones más tristes y a los que se les podía dar vida”, afirma. (Javier Olmos / El Diario)
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