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El Diario de Juárez
Una persona presuntamente responsable de asesinar a dos hombres e inhumar sus restos de forma clandestina en una brecha del Valle de Juárez, ayer se declaró inocente y afirmó haber sido torturada y amenazada por parte de agentes ministeriales para autoincriminarse.
Al iniciar el juicio oral, César Contreras Orozco subió al estrado de los testigos y ante la titular de un Tribunal de Enjuiciamiento unitario, Claudia Domínguez Curiel, señaló que varios agentes ministeriales le pegaron, le pusieron una bolsa en la cabeza para simular que lo iban a asfixiar, además de advertirle que iban a matar a toda su familia si no admitía haber cometido la doble ejecución.
Contreras declaró de forma libre y al terminar no aceptó que el agente del Ministerio Público (MP) a cargo del caso lo interrogara.
La jueza Domínguez Curiel ordenó que a Contreras se le practique el Protocolo de Estambul para que un médico y un psicólogo capacitados en la materia determinen si existen evidencias de que fue objeto de tratos crueles e inhumanos.
Además, la resolutora suspendió el conteo de la prisión preventiva pues en febrero próximo vencerían los dos años que tenía esa autoridad para sentenciar a Contreras Orozco. El Tribunal también suspendió este juicio oral, marcado con el número 96/17, por el plazo máximo que prevé la ley. Esto es 10 días hábiles a fin de presentar la solicitud para que se lleve a cabo el Protocolo de Estambul.
La juzgadora adelantó que es casi imposible que en este tiempo se lleve a cabo el estudio pues en lista de espera se encuentran decenas de reos que también han denunciado haber sido objeto de tortura y, dijo, sería poco práctico avanzar con el juicio oral pues todo lo actuado sería invalidado en una segunda o tercera instancia si no se respetan los derechos humanos y procesales del arrestado.
En la acusación formulada por el MP en contra de César Contreras Orozco se señala que en los primeros días de enero del 2016 él en compañía de otros dos hombres aún sin identificar, en una brecha ubicada entre el rancho La Aguja y el rancho Banderas, a 47 kilómetros del poblado El Porvenir en el valle de Juárez, dispararon en contra de las víctimas Rodolfo Aguilera y Luis Miguel de la Paz Rivas.
Las dos personas sufrieron una laceración encefálica y sus cuerpos fueron enterrados de forma clandestina en una fosa cavada en ese sitio.
Ayer la jueza fijó una audiencia para dentro de dos semanas, y en esa ocasión se dará a conocer si el Protocolo de Estambul ya fue aplicado o cuándo se realizará. En caso de que ocurra lo último, este juicio oral 96/17 se anulará.
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