Fernando Aguilar/
El Diario de Juárez
El número de personas repatriadas desde Estados Unidos a través de Juárez cayó en más de la mitad este año respecto a 2016, dio a conocer Rogelio Pinal Castellanos, director de Derechos Humanos del Municipio.
Para diciembre del año pasado, dijo, la oficina pública había atendido a 3 mil 899 migrantes, en tanto que hoy la cifra llegó sólo a los mil 755.
De hecho, la presencia de migrantes en la ciudad como producto de su expulsión desde ese país o de su intención de cruzar hacia él ha venido disminuyendo, como ha quedado documentado en archivos periodísticos.
Académicos atribuyen esta situación por una parte a que Juárez ha dejado de ser un lugar atractivo para ellos y, por otra, a los propios cambios poblacionales que han ocurrido en las últimas décadas.
El proceso por el que pasan los migrantes al llegar a México comienza cuando son recibidos por el Grupo Beta del Instituto Nacional de Migración (INM) en los distintos puentes internacionales.
Ahí, personal de la dependencia federal les entrega una carta de repatriación y facilita su incorporación al padrón de beneficiarios del Seguro Popular, con el fin de que, si lo necesitan, acudan a una revisión médica gratuita.
Después son trasladados a la planta baja del edificio administrativo de la Presidencia Municipal, donde Asentamientos Humanos recaba algunos datos y después ellos reciban vales que pueden ser cambiados por pasajes de transporte terrestre con los que pueden regresar a sus lugares de origen.
También son llevados a la Casa del Migrante, una institución que administra la Diócesis de Ciudad Juárez, para que tengan hospedaje temporal.
De acuerdo con el director de Derechos Humanos del Municipio, la mayoría de las personas que regresan de Estados Unidos son hombres, pero también hay mujeres.
En noviembre, dijo, la cifra de mujeres atendidas llegó a las 51, aunque, agregó, nunca ha superado a la de los hombres.
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