Fernando Aguilar/
El Diario de Juárez
La Unidad de Medicina Familiar (UMF) 47 del IMSS tiene al menos tres días sin calefacción, denunciaron usuarios.
La falla obligó ayer al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) a mitigar el frío con calentadores de gas para exterior, lo que causó que derechohabientes se quejaran del olor que despiden estos aparatos que fueron situados en los distintos pisos del edificio.
Funcionarios del Instituto reconocieron la avería en el sistema de calefacción y señalaron que técnicos están trabajando en su reparación.
Por separado, Víctor Manuel Rivera Villarreal, secretario del Interior y Propaganda de la sección octava del Sindicato Nacional de Trabajadores del IMSS, explicó que lo que sucedió fue que la única de dos calderas que deben funcionar dejó de operar.
“Siempre debe haber dos calderas. Una debe funcionar y la otra es por si se descompone la otra, pero de las dos calderas solo hay una y es vieja. La caldera es como un boiler grande y hace vapor. Deja de haber vapor, deja de haber calefacción”, dijo.
Una visita a la UMF permitió constatar que los calentadores para exterior están colocados en el centro de las pequeñas salas de espera de los consultorios y que el IMSS también recurrió a calentadores eléctricos para incrementar las temperaturas de la unidad ubicada en la colonia Chaveña.
De acuerdo con Rivera Villarreal, antes de que la caldera actual dejara de funcionar, la que alimentaba el sistema en caso de un incidente como éste se había descompuesto hace dos años.
“Tienen como tres días trabajando con eso y dijeron que para mañana (hoy) queda reparada la caldera, pero esto nos lleva a que ya se dieron cuenta de que necesitan tener las dos, porque una no es suficiente, ya que cuando se vuelva a descomponer va a suceder lo mismo”, dijo.
En la UMF, algunos derechohabientes agradecieron al IMSS que por lo menos haya dispuesto de calentadores en las salas porque, dijeron, éstas suelen sentirse frías.
“Hay una mala administración en cuanto a la compra de los equipos”, señaló Rivera Villarreal. “No son para toda la vida. Cada equipo médico o no médico tiene máximo 15 años de vida. El Instituto debe prever que cuando van cumpliendo la antigüedad van a fallar y hay que comprar otros”. (Fernando Aguilar / El Diario)
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