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Renuncia al 'sueño americano' para ayudar

Javier Olmos/
El Diario de Juárez

2017-12-16

Menores que viven en la colonia Anapra, cuyas familias son de bajos recursos, recibieron un juguete nuevo de parte de Elva Luna, una mujer de 33 años que pasó parte de su infancia, adolescencia y juventud en Estados Unidos y ahora trabaja aquí a favor de los más necesitados.
Los menores beneficiados, en total 41, asisten a la casa hogar y comedor infantil Bajando Maná del Cielo A.C., y les brilló la cara con la sonrisa que les provocó abrir un regalo, expresó Luna, quien cuenta las necesidades que pasó en su niñez y que la motivaron, ahora, a hacer activismo.
“A mí me pasó cuando era niña, era tan pobre que mis papás no tenían para regalos”, manifestó.
Elva tiene los últimos 10 años viviendo en Juárez. A los nueve, su madre se la llevó a vivir a Estados Unidos a buscar una vida mejor, pues era mucha la pobreza en la que vivían en la colonia Héroes de la Revolución donde tenían su hogar.
Mientras estuvo allá, en la ciudad de Fort Smith, Arkansas, trabajó para la organización sin fines de lucro Crawford-Sebastian Community Development Center, como financiera de hipotecas.
Cuando cumplió los 23, quiso arreglar su residencia, pero el destino le hizo una mala jugada.
El Consulado norteamericano la citó aquí en Juárez para tramitar sus papeles pero como tuvo un problema con sus apellidos en el acta de adopción de su padrastro, le rechazaron el reingreso a Estados Unidos.
Ahora tiene 10 años radicando en esta frontera.
Su familia se quedó allá, pero al ver la pobreza que hay en esta ciudad, junto con su marido Arturo Batres, creó este año la organización civil “I am Juárez”, desde la que ayuda a niños en situación de pobreza.
En abril pasado también entregó regalos a menores de distintos albergues.
“De niña crecimos en la Héroes de la Revolución, era mucha la necesidad. Mi mamá era madre soltera y fue una de las razones por las que nos sacó de Juárez”, recordó.
“Pero todo pasa por algo, no soy nadie para cuestionar, veo las mismas necesidades que yo pasé de niña en muchas colonias. Veo que hay muchos niños que se quedan sin juguetes en Navidad y fue un deseo mío (regalar juguetes).
“Me acuerdo la primera vez que tuve una Barbie, tenía ocho años, fui la niña más feliz del mundo”, comentó.
En la posada en la que se hizo la entrega, otra ciudadana juarense Gabriela de la Cruz Rivera, llevó un Candy bar, mientras un grupo de agentes de bienes raíces de El Paso, Texas, les llevó zapatos nuevos a los niños.
Ayer, en el evento, a los beneficiados les brilló la cara con una sonrisa al abrir su regalo y medirse los zapatos.
Elva agradeció el apoyo en su página de Facebook. “Solamente Dios sabe lo feliz y agradecida que estoy por #IAMJuarez y todos sus patrocinadores y voluntarios. Definitivamente les llevamos sonrisas a cada uno de estos niños”, publicó ayer. (Javier Olmos / El Diario)

jolmos@redaccion.diario.com.mx

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