Blanca Carmona/
El Diario de Juárez
A unas horas de que un Tribunal de Enjuiciamiento emita un veredicto, el hondureño Joel Puentes Romero apodado “El Machetero”, rindió declaración para afirmar que es inocente de la acusación que pesa en su contra.
Puentes enfrenta un juicio oral debido a que el Ministerio Público (MP) adscrito a la Fiscalía de Género lo acusa de violar a una niña de cinco años, el 14 de junio del 2015 en unas tapias en la colonia Parajes del Sur.
Ayer el hombre subió al estrado para declarar ante el titular de un Tribunal de Enjuiciamiento unitario, Andrés Rubio Barrera. Sin contener el llanto, el acusado dijo que proviene de un hogar desintegrado porque su madre quedó abandonada con nueve hijos y debido a la presión ella emigró a Estados Unidos y él y sus ocho hermanos se quedaron a cargo de sus abuelos en su natal San Pedro Sula, Honduras.
Luego, a los 13 años, la pandilla Mara Salvatrucha (MS-13) lo reclutó. Pero un año después junto a un coronel que identificó como Galve empezó a rescatar a menores de las pandillas, a niños de las calles y a mujeres que se prostituían y después se borró los tatuajes que lo identificaban como de ese grupo criminal.
Sin embargo, la ganga no lo dejó tranquilo y se vio obligado a emigrar a Estados Unidos de donde fue deportado a México, territorio en el que asegura no haber cometido ningún delito y que estaba únicamente dedicado a trabajar cuando fue arrestado y señalado como líder de una banda de “Los Macheteros”.
“Le he mostrado con pruebas mi inocencia, que soy diferente desde que estoy aquí en México, integrado a la sociedad como mexicano ciudadano, viviendo una vida, trabajando, con mi familia”, dijo entre sollozos.
Puentes Romero le señaló al juez que él se entregó de forma voluntaria en noviembre del 2015 a policías de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal (SSPM) pero fue cargado con droga, golpeado y torturado.
Agregó que después la Policía Municipal lo presentó públicamente como “El Machetero”, líder de una banda delictiva.
Puentes y precisó que fue deportado de Estados Unidos por posesión de cristal y de un arma y en Ciudad Juárez fue detenido por faltas administrativas, básicamente beber.
Al juicio oral ya compareció la víctima de cinco años y lo reconoció como quien la agredió sexualmente. También describió a su agresor como una persona gorda y güera, luego como moreno y después dijo que era de tez morena.
Hoy el juez determina si es culpable o inocente.
Puentes Romero ya fue absuelto del ilícito de posesión de vehículo robado, en otro juicio oral y en otro caso seguido en su contra por el delito de lesiones el MP retiró el escrito de acusación por falta de pruebas por lo que el caso fue sobreseído.
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