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Perdura legado del fundador de Paso del Norte

Juan de Dios Olivas/
El Diario de Juárez

2017-12-03

Del pueblo de Villalba, en la región de Aljarafe de Sevilla, que actualmente es parte de la provincia de Huelva en Andalucía, España, con apenas 20 años de edad, aquel hombre salió para embarcarse y cruzar el Océano Atlántico con destino a la Nueva España.
Nacido en 1602, con el nombre de Francisco García Jiménez, tomaría los hábitos franciscanos en el convento de Nuestra Señora de los Ángeles, Churubusco, en la Ciudad de México.
Para los juarenses de la actualidad, se trata de un nombre prácticamente desconocido. Sin embargo, es quien años después, en 1659, a la edad de 57 años, fundaría la Misión de Nuestra Señora de Guadalupe de los Mansos del Paso del Norte, una pequeña comunidad en las inmediaciones del antiguo Camino Real, que tres siglos y medio después se convertiría en la Ciudad Juárez actual.
Y en todo este lapso de tiempo, se le conoce únicamente con el nombre de Fray García de San Francisco, que adoptó como religioso.
En años recientes, el historiador Darío Sánchez Reyes, autor del libro “El Legendario Paso del Norte; Orígenes”, se dio a la tarea de rastrear al fundador, reconstruir su identidad y establecer quién fue.

En Churubusco toma los hábitos
Francisco García Jiménez, el fundador nace en el pueblo de Villalba, que actualmente es parte de la provincia de Huelva en Andalucía, España, donde se encuentran los puertos de donde partían los navíos a la América.
De su familia poco se sabe, pero lo más probable es que provenía de un origen humilde dada las condiciones en las que se ordena como sacerdote, situación que se ve retrasada.
De Europa viaja a la Nueva España cuando tenía 20 años y su formación religiosa la realiza en el convento de Churubusco, (actual Museo de las Intervenciones en la Ciudad de México), donde Sánchez Reyes localizó documentos sobre la estancia del fundador en ese lugar.
En el libro de registro de los franciscanos que tomaron los hábitos y profesaron como frailes, se señala que el 4 de octubre de 1623 Francisco García Jiménez tomó los hábitos de esa orden.
Anteriormente se creía que su nombre real era Fray García de San Francisco y Zúñiga, originario de Castilla, España; pero los documentos encontrados recientemente en el convento de Churubusco, señalan que su nombre original era Francisco García Jiménez a quien se le dio la oportunidad de ordenarse como sacerdote en 1636 después de un período considerado largo, quizás por su origen humilde, dice Sánchez Reyes.
Después de ingresar a la orden franciscana, en 1628 fue enviado como misionero en la caravana de Fray Esteban de Perea a evangelizar a los indígenas nativos de Nuevo México, donde funda las misiones de Socorro y Senecú entre 1630 y 1640.
La misión en ese entonces era una institución encargada de integrar a los indígenas a la sociedad novohispana, volviéndolos primeramente cristianos e incorporándolos después al sistema económico y político, no sólo eran simples templos.
Una vez cumplido su objetivo, la misión dejaba de existir y la autoridad religiosa era dejada a un sacerdote secular obediente del obispo.
A diferencia del norte, en el centro y sur de la Nueva España, la forma de integrar a los nativos fue la encomienda, introducida por el conquistador Hernán Cortés.

Fundación accidentada
Fray García, desde 1652, se enfoca a evangelizar a los indios sumas y mansos de la región del Paso del Norte, que entonces llevaban una vida nómada, lo que consigue hasta diciembre de 1659.
De acuerdo con escritos de Fray García documentados por el historiador Martín González de la Vara en su libro “Breve Historia de Ciudad Juárez y su región”, la única oposición que encontró el fundador fue la de las nuevas autoridades de Nuevo México, ya que los mismos mansos le habían solicitado al franciscano que los evangelizara.
La fundación de la Misión se dio entonces, sin el apoyo de las autoridades, las que se dedicaron a obstaculizar a los franciscanos para impedir que se asentaran en la región y tomaran el control del Paso del Norte, punto estratégico en el Camino Real Tierra Adentro para el trasiego de mercancías.
Los mismos indios habían acudido a Fray García de San Francisco en la Misión de Socorro para solicitarle un templo en el Paso del Norte del río Bravo y en agradecimiento, en varias ocasiones construyeron arcadas de ramas para recibir a los religiosos.
Sin embargo, el recién nombrado gobernador Bernardo López de Mendizábal ordenó a sus soldados destruirlas cuantas veces se levantaran, obstaculizando de esa manera la labor de los franciscanos.
Aun así, los indios mantuvieron otros arcos ocultos y cuando llegaron los franciscanos los recibieron con ellos.
Fray García, al enterarse de que no habría sacerdotes destinados a evangelizar, decidió acudir él mismo a fundar de manera oficial el campo misionero que había estado preparándose ya con permiso de la Corona española y autoridades eclesiásticas, meses atrás.
“Y nombro y dedico esta santa iglesia y conversión a la santísima Virgen de Guadalupe con el sobrenombre de El Paso, colocando su santa imagen; para lo cual y quitarle al demonio su tirana posesión, hago testigos a los cielos y a la tierra, y a todos los santos ángeles que en guarda están presentes; y especialmente a todos los gentiles que son de esta conversión, y a Bernardino Gualtoye, Antonio Guilixigue, Antonio Elogua, Juan Azoloye, Francisco Tzitza y Felipe Quele; cristianos del pueblo de Senecú, compañeros partidarios que descendieron conmigo”, asentó en el auto de fundación.
El sitio elegido para fundar la Misión se encontraba a corta distancia del Río Bravo, en el lugar que el conquistador Juan de Oñate, 61 años antes, bautizó como Paso del Norte, al tomar posesión de “todos los reinos y provincias de Nuevo México sobre el Río del Norte (Bravo) en nombre del Señor.
En ese tiempo le tocó encabezar la orden franciscana de Nuevo México, período en el que se da un conflicto con el gobernador López de Mendizábal, por lo que tarda tres años en regresar a la misión de Guadalupe para bendecir la primera piedra y cimientos del templo el 2 de abril de 1662, el cual sería terminado el 23 de enero de 1668.

El único que se conserva
El templo original de la Misión de Guadalupe, es el mismo que se conserva en la actualidad y es el único que sobrevive de las misiones de la región ya que todos los demás fueron destruidos y vueltos a reconstruir en distintos períodos, señala Sánchez Reyes.
Sus paredes son de adobe mientras que las vigas del techo y los pilares son troncos de palma traídos del sur y tallados a mano.
En su interior hay varias estatuas de madera similares a la de “La Inmaculada Concepción” y “La Dolorosa” que son más antiguas que la misión y se cree que fueron talladas en Europa, establecen datos recopilados por la UACJ
En su diseño, se refleja la formación que tuvo Fray García de San Francisco desde su tierra natal hasta su paso por el convento de Churubusco.
“Lo que es claro es la influencia andaluza en el fundador en la construcción del templo de la misión de Guadalupe, en los arcos de madera, el artesanado de madera, pinturas tipo mosaico árabe, figuras de flores y estrellas”, indica Sánchez.
Refiere que en la región natal del fundador en Villaba de Aljarafe, hay un templo similar al de la Misión, mientras que en el convento de Churubusco, están símbolos similares a los de la misión de Guadalupe en bancas y algunas fuentes de los patios del ahora museo.
Fray García permanece al frente de la Misión hasta 1671 cuando decide emprender un último esfuerzo de evangelización de las tribus de júmanos y julimes que se encontraba en la región de la Junta de los Ríos Conchos y Grande en el actual Ojinaga.
Tal vez por su edad, decide poner fin a su trabajo misionero y regresa a la misión de Senecú, en Nuevo México donde muere el 22 de enero de 1673, después de 40 años de evangelización en los que logró bautizar a más de 10 mil personas.
Sus restos se perdieron durante la sublevación de los indios Pueblo que destruyeron las misiones, incluyendo la de Senecú, cuya ubicación se desconoce, pero su legado perdura 358 años después en lo que hoy es Ciudad Juárez.
(Fuentes: González de la Vara, Martín, Breve Historia de Ciudad Juárez y su región; Chávez B. Armando, Historia de Ciudad Juárez; Sánches Reyes, Darío Óscar, El Legendario Paso del Norte orígenes; Visión Histórica de la Frontera Norte de México. Universidad Autónoma de Baja California)

El dato
Antiguamente, una misión era una institución encargada de integrar a los indígenas a la sociedad novohispana

Francisco García Jiménez
* Ese fue el nombre real de Fray García, de acuerdo con el historiador Darío Sánchez Reyes
* Nació en 1602 en una región que ahora es parte de Andalucía, España
* El 22 de enero de 1673 fallece en la misión de Senecú, en Nuevo México, después de 40 años de evangelización

jdolivas@redaccion.diario.com.mx

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