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Viven en las ruinas de una tragedia

Javier Olmos/
El Diario de Juárez

2017-12-03

A más de un año de que el techo del tercer piso de un edificio en el fraccionamiento Eco 2000 se vino abajo tras una explosión, las autoridades siguen sin demolerlo, a pesar del peligro que representa.
Con todos esos riesgos, hay dos familias que hacen su vida normal en los dos cuartos que le quedan a la columna dañada, exponiéndose a que cualquier día la estructura se desmorone con ellos adentro.
El multifamiliar está ubicado en las calles Lince y Santiago Troncoso y explotó un martes 15 de noviembre, luego de una acumulación de gas LP en el tercer nivel.
“Está bien la casa, no pasa nada. Ya tenemos muchos años viviendo aquí”, dijo una mujer que vive con su esposo y un bebé en el segundo piso del multifamiliar dañado, justo debajo de la habitación que el 15 de noviembre de 2016 explotó a causa de una acumulación de gas.
La apariencia de la parte poniente del condominio anuncia un derrumbe inminente. El techo superior está totalmente colapsado, mientras sus paredes, pandeadas, se recargan a los costados.
Las columnas de todas las paredes, de arriba a abajo, lucen grietas, mientras los inquilinos colocaron pallets de madera y cortinas en las ventanas y aseguraron los accesos con puertas que no quedan en los marcos y candados para evitar robos.
Las direcciones de Protección Civil y Obras Públicas determinaron que demolerían el edificio, debido al riesgo que supondría el que las personas se quedaran a vivir ahí.
Eso fue en noviembre de 2016, pero la acción se detuvo debido a que los inmuebles del fraccionamiento se encuentran en un litigio entre el Municipio y los propietarios, informó Efrén Matamoros, director de Protección Civil, el pasado 28 de julio.
Sin embargo, adelantó ese día, se retomaría el caso.
El Diario buscó ayer la versión oficial, pero no fue posible contactar a Matamoros.
A la zona siguen llegando familias que buscan habitar ilegalmente los departamentos vacíos en ese fraccionamiento.
En un recorrido hecho por El Diario, varias personas se encontraban visitando el complejo habitacional para buscar departamentos vacíos y ocuparlos.
“Apenas estamos viendo una casita”, expresó uno de los hombres que acudió a Eco 2000 para ver qué cuarto podía invadir junto con su esposa, aunque no quiso proporcionar su nombre.
Las familias que habitan en esta zona residencial viven en la irregularidad desde 2007, cuando se posesionaron de las viviendas, colocando ventanas metálicas y puertas de madera aseguradas con cadenas y candados.
Desde entonces, los residentes viven en casas que legalmente no les pertenecen, e incluso se encuentran “colgados” del suministro de electricidad y agua.
La explosión que se registró en noviembre del año pasado dejó cuatro personas hospitalizadas, así como daños totales en el tercer piso, mientras que en el segundo sigue habiendo importantes riesgos de colapso, según el peritaje de Protección Civil.

jolmos@redaccion.diario.com.mx

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