Karen Cano/
El Diario de Juárez
Todos los días, desde las 8 de la mañana, Héctor Acosta y su caballo “El Junior” salen a recorrer las calles en busca de fierros viejos, de cuya venta el hombre obtendrá los recursos para subsistir.
Al finalizar el trayecto, en el que reúne en una carreta toda clase de artefactos en desuso para revender por su material a las recicladoras, ambos regresan a casa a descansar, cerca de las 4 de la tarde.
“De aquí sale para el caballo y para mí. Lo cuido mucho y le doy bien comer”, afirma Héctor, quien es ‘fierrero-botellero’ desde hace 15 años.
“Está descansado, un veterinario lo ve cuando se enferma, se come dos pacas de comida diaria y además cuando vamos por la calle voy recogiendo lo que hace. No sé por qué dicen que están maltratados”, dice.
Sus declaraciones se refieren al plan de la Dirección de Ecología Municipal de cambiarles los caballos por motocicletas a todos los de su gremio con la finalidad de impedir el maltrato animal, por lo que dice que se sienten a la expectativa y se niegan.
Principalmente porque no creen que la motocicleta pueda cargar la misma cantidad de artículos que la carreta, y porque además les representa más riesgo de accidentes.
“No sabemos manejarlas, ahora vamos a andar expuestos hasta a infracciones. Esto ha sido nuestro sustento desde hace años, hay personas que tienen incluso más años que yo en esto, es lo único que sabemos hacer y nos lo quieren quitar”, expresa.
La administración municipal anunció que entregará en comodato motocicletas de carga a los ‘fierreros’ para sustituir los caballos que utilizan para jalar las carretas en las que recolectan artículos usados.
La directora de Ecología, Flor Karina Cuevas Vázquez, dijo que se trata de caballos, yeguas y burros que andan en la calle en remolques de “fierreros-botelleros” y que por ese trabajo que realizan pudieran ser maltratados.
Otro ‘fierrero-botellero’ de nombre Antonio, dice que él y “Rambo” trabajan sólo para subsistir.
“Lo cuido mucho, ni siquiera es mío, un señor me lo renta. Yo estaría dispuesto incluso a que un especialista revisara el caballo para que viera que no está maltratado, pero no estamos de acuerdo con la idea de las motos”, expresa.
Relata que en un principio les habían dicho que serían motocicletas automáticas, pero las que llegaron son estándar.
“A lo mejor lo que deberían de hacer es darnos camionetas, eso sería más sencillo. Pero a las motocicletas no les cabe nada, podríamos andar mucho más lejos pero tendríamos menos cosas que llevar y no sacaríamos lo mismo”, comenta.
De momento se inició con la capacitación de los 54 agremiados registrados en la Dirección de Ecología, a quienes, al finalizar, se les hará entrega de la motocicleta y se prohibirá que sigan circulando por la ciudad con sus caballos. (Karen Cano / El Diario)
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