Luz del Carmen Sosa/
El Diario de Juárez
Emilio y Angélica Muñoz cumplieron la última voluntad de su hijo Raúl Muñoz Flores, de 28 años: despedirse de sus compañeros policías en el mismo lugar donde se formó como radiopatrullero.
Raúl entró por última vez a la Academia de Policía como lo hacen los grandes policías, a los que se les rinde tributo por sus actos a favor de la sociedad a la que sirven.
El ataúd color plomo era cargado en hombros por sus compañeros del Grupo de Operaciones Especiales (GOE) al que perteneció los últimos meses de su vida.
Dos hileras de agentes escoltaron su ingreso, mientras sus padres y dos hermanos que le sobreviven así como demás familiares lo seguían muy de cerca.
En el edificio estaban cadetes, agentes del GOE, radiopatrulleros de los seis distritos de Policía, así como la Banda de Guerra, Escolta y Fusileros de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal (SSPM).
Ahí lo esperaba el alcalde Armando Cabada Alvídrez y el secretario Ricardo Realivázquez Domínguez y los coordinadores de Distrito.
El edil ofreció sus condolencias a la familia Muñoz Flores y en su mensaje destacó que el oficial ingresó a la corporación cuando la ciudad atravesaba una crisis de seguridad.
Raúl falleció el domingo pasado en un accidente vial en la carretera Juárez-Porvenir y sus padres solicitaron al secretario una despedida digna y así se hizo.
Raúl ingresó a la Secretaría de Seguridad en diciembre del 2011 y años después se matriculó en la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez en la carrera de Historia, porque le apasionaba saber qué pasaba en el mundo y aplicar sus conocimientos en su trabajo.
Durante su paso por la SSPM el oficial mantuvo una hoja de servicio intachable, por lo que era el orgullo de su casa, dijeron familiares y amigos del agente.
En la ceremonia oficial se hizo el pase de lista por parte del director de la SSPM, Luis Ángel Aguirre Rodríguez; posteriormente los deudos se estremecieron con los tres disparos de salva en honor al agente Raúl.
Luego del toque de silencio, fueron montadas tres guardias de honor, la primera fue encabezada por el alcalde, el secretario, el director y el coordinador del GOE.
Luego los comandantes de los distritos y la banda de la SSPM.
Finalmente el agente fue trasladado al cementerio a bordo de la patrulla 600 y finalmente sepultado con honores.
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