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Irrumpen en vivienda y levantan a electricista

Luz del Carmen Sosa
El Diario de Juárez

2017-11-11

Las últimas veinticuatro horas en la vida de Ana Domínguez han sido de terror. La madrugada del viernes dos hombres armados, vestidos de negro, con el rostro cubierto y portando armas largas, irrumpieron en una vivienda del ejido de San Isidro, y se llevaron a su hijo Uriel Yáñez Domínguez, de 28 años y de oficio comerciante y electricista.
Los hombres armados, uno alto y delgado y otro de baja estatura y moreno, con acento del sur del país, llegaron a la casa a la 1:00 de la mañana a bordo de una camioneta tipo pickup de reciente modelo, doble cabina, sin placas de circulación, según ha investigado la atribulada madre de familia.
Entraron por la puerta principal, que no cierra del todo, y se dirigieron a la recámara donde Uriel dormía con su esposa y los despertaron a punta de pistola.
A la esposa la encañonaron y la obligaron a que se cubriera con las cobijas hasta el rostro.
A Uriel lo obligaron a bajar de la cama y con excesiva violencia le exigieron que los acompañara. Sólo vestía una pantalonera.
“A mi hijo se lo llevaron sin camiseta, descalzo. Él iba asustado, llorando”, dice en medio de la crisis nerviosa que sufre Ana Domínguez.
En una hora lo regresarían a casa, prometieron los hombres armados a la mujer, que sólo escuchaba el llanto de su nuera y su voz aterrorizada preguntando qué pasaba y por qué a él, si es  un hombre de trabajo.
“A mi nuera le dijeron que se lo regresaban en una hora, ella esperó… pero mi hijo no regresó. Yo avisé a las autoridades, a la Policía Municipal y lo reporté como desaparecido a la Fiscalía General del Estado”, dice Ana Domínguez.
Hasta ahora, más de 24 horas después de la privación ilegal de la libertad de Uriel Yáñez Domínguez, ninguna corporación policiaca ha mostrado su apoyo a la mujer que ha caminado en predios baldíos, entre matorrales y calles oscuras en busca de su hijo.
“Nadie ha venido, estoy desesperada y me vine a Guadalupe a buscar aquí a mi hijo. Por favor, ayúdenme a buscarlo. Mi hijo no es mala persona ni anda en nada malo, como madre les suplico a todos que me ayuden a busca a mi hijo porque estamos solos y no sabemos qué hacer”, implora Ana.
A pesar de su miedo, Ana se da valor, respira.
“Por favor, regrésenme a mi hijo con vida, él no les hizo nada, regrésenmelo por piedad”, implora a sus captores. 

lsosa@redaccion.diario.com.mx

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