Blanca Carmona/
El Diario de Juárez
La mamá que fue acusada del homicidio de su bebé de ocho meses, quien murió al sufrir quemaduras en el 82 por ciento del cuerpo tras incendiarse el portabebé, quedó en libertad ayer al determinar un Tribunal de Control que se trató de un accidente.
Dante Vladimir Zamora Koehn, murió en la madrugada del domingo pasado luego de ser ingresado al Hospital 66 del IMSS.
Ayer el juez Jorge González Rodríguez señaló que no hubo dolo en el actuar Melissa Cristina K. Ch., pero sí una distracción porque era la garante de la seguridad del bebé.
Luego el juzgador reclasificó el delito de doloso a imprudencial y dijo que por existir un lazo consanguíneo entre la acusada y la víctima aplica una excluyente de responsabilidad a favor de Melissa pues el dolor de perder a un hijo en estas circunstancias es mayor a cualquier castigo que le pudiera imponer el Estado.
“Es así que tal situación nos arroja que la penalidad que debe corresponder es la de un homicidio imprudencial y opera la excluyente prevista en el Artículo 137 del Código Penal del Estado”, afirmó González.
“No se impondrá pena alguna a quien por imprudencia ocasione lesiones u homicidio en agravio de un ascendiente o descendiente consanguíneo, afines o civiles… salvo que el agente se encuentre bajo el efecto de bebidas embriagantes, de estupefacientes, psicotrópicos, sustancias inhalantes u otros que produzcan efectos similares, sin que medie prescripción médica”, señala el apartado 137.
En su resolución el juez no hizo alusión al señalamiento que hizo la fiscal en la audiencia de formulación de cargos, al referir que en el parte oficial los agentes documentaron que los padres del bebé estaban en “aparente estado de ebriedad” cuando lo llevaron al hospital.
Pero la abogada defensora dijo que al ser sometida a una pericial química no se encontró que Melissa hubiera consumido alcohol.
El juez le dio valor a una pericial en materia de incendio y explosiones, en la que se estableció que el portabebé donde fue acomodado el pequeño Dante estaba a 90 centímetros del calentón y a 40 metros con 40 centímetros de la silla de la madre. Además una bocina estaba a 1.05 metros con relación a la silla que ocupó Melissa Cristina esa noche.
En ese informe se documentó que el incendio en el portabebé inició por la trasferencia de calor por radiación del calentador de leña.
El resolutor también admitió como dato de prueba válido la declaración de Cristina Márquez Chávez, amiga de Melisa y del esposo de ésta, quien precisó que la pareja llegó a un rancho en Samalayuca como a las 11 de la noche. También explicó que ella y su esposo así como la otra pareja estaban en una terraza mientras que su hija y Dante estaban cerca del calentón, la primera en un corralito y el pequeño en el portabebé.
Dijo que ambos hombres se retiraron del lugar y ellas se quedaron con los niños, minutos después se colocaron como a tres metros para fumar unos 10 minutos.
Después voltearon y vieron que el portabebé se quemaba y le echaron agua mineral para tratar de apagar el fuego y acudieron al Hospital 66. También aseguró que nunca escucharon llorar a Dante Vladimir.
A la audiencia de ayer acudió el padre del bebé y su madre, así como otros familiares.
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