Javier Olmos/
El Diario de Juárez
La reconstrucción del templo del municipio de Guadalupe, que se derrumbó el pasado domingo, no iniciará como esperan los feligreses antes de las fiestas patronales del 12 de diciembre.
Será hasta dentro de unos ocho meses cuando se acceda a los recursos del seguro de daños con el que cuenta la iglesia de 112 años de antigüedad, dijo el delegado del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), Jorge Carrera Robles.
Afirmó que ya se hacen los estudios y el peritaje necesarios para determinar las causas del derrumbe del edificio construido en 1905.
Aunque la Dirección de Protección Civil del poblado de Guadalupe, donde se sitúa el templo, dijo que fueron la humedad y el tiempo, el INAH debe establecer mediante un peritaje qué provocó el incidente y evaluar el costo de los daños, explicó.
El edificio sufrió daños estructurales el pasado domingo 5 de noviembre. Unas horas después del servicio religioso del mediodía, vecinos escucharon como si el viento azotara láminas y una persona avisó que una pared de la parroquia se había derribado.
En esta feligresía han sido oficiados las bodas, bautizos y funerales de sus habitantes; incluso, muchas personas que huyeron por la violencia iban a misa y regresaban a sus casas donde han migrado.
El proceso para cobrar el seguro es ‘más o menos complejo’, pues requiere la participación de arquitectos especializados y ajustadores, mismos que están por llegar a la zona para iniciar con los primeros trabajos, indicó Carrera Robles.
“El INAH está haciendo las gestiones para garantizar con el seguro cubrir el daño que se provocó”, expuso el funcionario federal, quien dijo que todavía no se cuantifican los daños.
La iglesia es parte del catálogo de monumentos históricos construidos durante el Virreinato y es propiedad de la Nación, señaló el delegado del INAH.
Para su reconstrucción deberá usarse el material y la técnica con la que está originalmente construido.
Los objetos e imágenes que se encontraban en la iglesia ya están resguardadas por el párroco y en conjunto con personal del Gobierno municipal, se apuntalaron los muros que quedaron de pie para evitar más derrumbes, añadió el funcionario federal.
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