Fernando Aguilar/
El Diario de Juárez
La emoción de recibir dulces movió a centenares de niños y adolescentes juarenses a salir a las calles con disfraces, maquillaje y antifaces para celebrar aquí Halloween.
Caracterizados como princesas, personajes fantásticos, zombis y figuras de terror, los entusiastas pequeños tocaron las puertas de casas particulares en algunos casos y, en otros, visitaron algunos centros comerciales de la ciudad.
En el Parque de la Familia, situado en el área de San Lorenzo, un notorio grupo de niños se disfrazaron y recorrieron las calles aledañas acompañados de sus padres.
“Mi hijo viene bien emocionado, pero le han dado bien poquititos dulces; lleva una bolsita y ya”, dijo Gabriela Vázquez, quien llevó a Christian vestido como Iron Man a varios de los fraccionamientos cercanos a la avenida Valle del Sol, en el oriente de la mancha urbana.
A propósito de este festejo, la Secretaría de Seguridad Pública Municipal (SSPM) dio a conocer que reforzó el operativo de prevención y vigilancia con más presencia policiaca en las vialidades donde tradicionalmente se reúnen los menores para pedir dulces.
Las calles del primer cuadro de la ciudad se notaron con más vigilancia tanto de esa corporación como de agentes de la Dirección General de Tránsito Municipal (DGTM).
Otras familias prefirieron llevar a sus hijos a El Paso, por lo que largas filas de automovilistas que se enfilaban hacia esa ciudad se formaron ayer en los cruces fronterizos desde las primeras horas de la tarde y la noche.
En el puente internacional Córdova-Américas, conocido popularmente como “Puente Libre”, la línea llegaba ayer por la tarde a pocos metros antes del monumento Rotario, sobre el puente Carlos Villarreal y muy cerca de las oficinas locales del Gobierno estatal.
Automovilistas entrevistados indicaron que, como tradicionalmente lo hacen, la tarde de Halloween llevan a sus niños a El Paso, donde tocan las puertas de las casas en busca de recibir dulces, lo que contribuyó a la formación de la extensa cola.
En el cruce del área de Zaragoza, las filas se extendían sobre la avenida Waterfill y provocaron un colapso vial desde las 3:30 de la tarde, cerca de calles aledañas como Clara Fuentes Valles y las que conectan aquella vialidad con el parque industrial cercano.
De acuerdo con la actualización de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) de ese momento, quienes hacían fila para cruzar por los carriles generales del acceso Córdova-Américas debían esperar cuando menos 45 minutos para pasar a través de alguna de las cinco garitas abiertas.
Sin embargo, usuarios del puente reportaron tiempos mucho mayores de mínimo una hora y 15 minutos.
Según la autoridad estadounidense, el tiempo aproximado de espera en el puente Paso del Norte o Santa Fe era entonces de 55 minutos, en tanto que el carril Sentri ubicado en la zona Centro registraba demoras de no menos de 30.
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