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El Diario de Juárez
Tras 6 años de haberse exiliado en el extranjero por amenazas de grupos delictivos, miembros de la familia Reyes regresaron hoy al Valle de Juárez para visitar el panteón donde se encuentra sus familiares muertos.
Sara Salazar, quien perdiera a 6 de sus hijos víctimas de la violencia, dijo que la intención era visitar los restos de los mismos.
“Nos dijeron desde hace mucho que tumbaron las cruces y que está todo en malas condiciones. Queremos ir a acomodar”, dijo.
Para ello, fue escoltada junto con sus familiares por parte de decenas de activistas sociales, pues indican que aún persiste el miedo de que algo pudiera ocurrirles.
La actividad estuvo coordinada por la Asamblea Popular Regional Paso del Norte y la Federación Latinoamericana de Asociaciones de Familiares Detenidos.
La concentración de quienes participaron se realizó esta mañana en el Monumento a Benito Juárez, de donde partieron hacia San Agustín.
Activistas de esta familia habían luchado en años pasados contra el tiradero tóxico de Sierra Blanca, contra los feminicidios, y otras problemáticas. En enero de 2010 Josefina Reyes fue asesinada, sus últimas labores como activista se centraban en atender denuncias hacia el ejército por violaciones a los Derechos Humanos.
Era parte del Frente Nacional Contra la Represión (FNCR), había participado en el Foro Contra la Violencia y la Militarización y fundado el Centro de Derechos Humanos Pro Valle. En agosto del mismo año fue asesinado su hermano Rubén Reyes, otro activista histórico, exregidor por el PRD en el Valle.
En febrero del 2011 un comando armado interceptó la camioneta donde viajaban Elías Reyes, Magdalena Reyes, María Luisa Ornelas (esposa de Elías), Sara Salazar y una nieta de 11 años. Con lujo de violencia secuestraron a los tres primeros.
La familia inicio un plantón y huelga de hambre en los patios de la Fiscalía General del Estado, en Ciudad Juárez, para exigir su aparición con vida. Como parte de su manifestación decidieron viajar al Distrito Federal para presionar al gobierno con otro plantón en el Senado. En ese transcurso fueron incendiadas la casa de Sara, Josefina y otro familiar, asimismo la panadería de la familia en Guadalupe.
Fue así como más de 30 miembros de la familia decidieron irse a los Estados Unidos, en miras de proteger su vida.