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El Diario de Juárez
De manera paralela, la Fiscalía General del Estado (FGE) integra dos carpetas de investigación, la primera en contra de tres agentes ministeriales acusados de abuso de autoridad y extorsión, en perjuicio de un locutor de radio, y la segunda en contra del denunciante, por el posible delito de cohecho.
El fiscal para la Zona Norte, Jorge Arnaldo Nava López, informó que la indagatoria que se abrió la semana pasada en contra de tres agentes de la Unidad de Delitos Contra la Paz, no ha concluido y que está a cargo del Órgano de Control Interno.
Los agentes involucrados se encuentran suspendidos y realizan labores de vigilancia, desarmados, en el edificio de la Fiscalía ubicado sobre el eje vial Juan Gabriel, informó Nava López.
El funcionario señaló que con las pruebas aportadas por la víctima, se presume que también pudo haber incurrido en un acto de promoción de conductas ilícitas, que debe ser sancionado penalmente.
En las próximas horas, el locutor de una empresa radiofónica, quien se identificó con el pseudónimo Elías Campos, será citado a la representación social para que presente el vehículo americano que manejaba el martes 3 de octubre, junto con los documentos del mismo, señaló el fiscal.
Con ello se busca determinar la procedencia legal del vehículo, ya que también podría haber incurrido en el delito equiparable al contrabando, indicó.
Nava López señaló que el Órgano de Control está por concluir la investigación en contra de los agentes, quienes podrían ir a prisión si existen elementos de prueba para fincarles los cargos por abuso de autoridad y cohecho.
El hecho se puso al descubierto cuando el ofendido, Elías Campos, denunció a través de Facebook la presunta extorsión de que fue objeto a manos de los agentes ministeriales.
De acuerdo al comunicador, quien acudió a El Diario para hacer público su caso, los hechos sucedieron la tarde del martes 3 de octubre.
Elías dijo que tres ministeriales, incluido un presunto comandante, lo abordaron cuando manejaba su auto ‘chueco’ para una revisión y él, ante la presión, reconoció, les dio 500 pesos que fue a recoger a su casa pensando que así podría seguir su camino.
Sin embargo, los agentes le pidieron más dinero e incluso, aseguró, lo escoltaron hasta su trabajo para que consiguiera los otros 3 mil 500 pesos de los 4 mil que supuestamente tenía que darles.
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