Fernanda Aguilar/
El Diario de Juárez
A medida que la retroexcavadora despedazaba con crudeza la fachada de la pequeña casa situada en la calle Villa del Portal, epicentro de una historia de dolor que enlutó a toda una comunidad hace casi ocho años, los ojos de Luz María y Blanca Estela se humedecían.
Golpe tras golpe, una nube de polvo tomaba el ambiente, las mujeres se estremecían frente a la vivienda donde la noche del 30 de enero de 2010, las dos perdieron a sus hijos y sobrinos en la masacre de Villas de Salvárcar.
“No es lo que yo esperaba”, dijo Blanca Estela al atestiguar la demolición. “Pensé que al demoler esto se iba a acabar el sufrimiento, pero es muy duro estar viendo que se cae a pedazos la casa. Siento que son como pedazos de mi hijo”.
En un ambiente de luto perpetuo, el Estado comenzó ayer la construcción de un memorial para las familias de las víctimas que murieron a manos de un comando armado precisamente en el numeral 1310 de esa calle.
Carlos Borruel Baquera, director de la Comisión Estatal de Vivienda, Suelo e Infrestructura (Coesvi) del Gobierno estatal, explicó que el objetivo de esta edificación es honrar la memoria de las víctimas.
La dependencia presentó ayer el proyecto que se elaboró junto con las familias afectadas, que busca ser un espacio de reflexión y de acercamiento espiritual para toda la comunidad y que estará listo en unas cuatro o seis semanas.
Será un complejo de tres bardas perimetrales de 17.15 metros de largo con una altura de entre 2.60 y 4.50, en varios niveles.
La construcción será protegida por una reja de 7 metros de largo por 2.70 de alto, con puertas corredizas y el diseño de un árbol de forja con 15 palomas del mismo material.
Se colocarán 15 oratorios con la placa con cada uno de los nombres de las víctimas y cada uno tendrá una banca para 2 personas que medirá 80 por 40 centímetros; al fondo, un altar con un muro que tendrá una cruz hueca, iluminada por completo.
El memorial contará con los servicios básicos como luz y agua, así como tomacorrientes para que los familiares puedan organizar eventos ahí, informó la Coesvi.
Aunque coincidieron en que el dolor difícilmente podrá borrarse, familiares de las víctimas de la masacre se mostraron esperanzados con la construcción del recinto.
“Va a dar un giro, un cambio. Era muy triste porque han sido ocho años de estar mirándola cada vez que pasábamos o teníamos que hacer algo y la casa ahí presente. Son muchos sentimientos encontrados”, dijo Luz María Dávila García, madre de dos de los fallecidos y la mujer que enfrentó al expresidente Felipe Calderón Hinojosa.
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