Fernando Aguilar/
El Diario de Juárez
El estrés laboral se ha colocado en los últimos años como el problema que más deteriora la salud mental de los trabajadores, sin que la mayoría sepa cómo enfrentarlo, señalan expertos.
Mariana Salcido Gándara, responsable del programa de Salud Mental de la Jurisdicción Sanitaria II, explicó que los casos de ansiedad, a los que se circunscribe la angustia emanada al interior de los centros de empleo, han sido los principales motivos de atención desde 2014.
Desde la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) local reconocen que el estrés en el trabajo es un tema de preocupación porque afecta no sólo la productividad en las empresas, sino la propia calidad de vida de los recursos humanos.
“Es muy importante sobre todo en Juárez”, dijo Jesús Andrade Sánchez Mejorada, presidente del organismo en la localidad. “En años anteriores tuvimos la presión de la violencia y a eso se le suma la presión que se pueda tener en los centros de trabajo por los desempeños y los retos que hay”.
Datos reportados por la Jurisdicción Sanitaria II a través de la Plataforma Nacional de Transparencia indican que el año pasado, los diagnósticos de ansiedad generalizada encabezaron el listado de las afecciones de orden mental en la ciudad.
Con 297 casos entre hombres y 641 entre el sexo opuesto, este padecimiento, muestra la fuente, parece afectar en mayor medida a las mujeres.
Estos datos se enmarcan en el Día Mundial de la Salud Mental, que más de cien países celebran hoy con un enfoque que apunta hacia la búsqueda de soluciones para las situaciones de estrés en el trabajo.
Gabriela Acosta, licenciada en Psicología y asistente de Recursos Humanos en una empresa maquiladora que opera en la ciudad, afirma que el rendimiento de una persona disminuye completamente cuando está sometida al estrés.
“Es algo muy común desde el nivel operativo hasta los mandos altos porque todo se rige en cifras, en estándares que hay que cumplir, en porcentajes de productividad. Lo mismo ocurre en el sentido administrativo. Hay mucha responsabilidad y a veces hay que dejar de lado las necesidades y asuntos propios por cumplir”, comentó.
Los expertos coinciden en que situaciones como ésta se traducen en manifestaciones físicas, de las que las más comunes son los dolores lumbares, la agitación, la angustia, la taquicardia, la sudoración y la incapacidad para conciliar el sueño.
Las estadísticas oficiales demuestran que son los hombres quienes tienden a minimizar la ansiedad y el estrés y por lo tanto postergan más la atención médica hasta el punto de que los problemas iniciales se convierten en crónicos.
Los especialistas refieren que los mitos y los tabúes son grandes obstáculos que impiden a las personas buscar la atención que requieren.
“Esto provoca que en muchos casos se tenga no sólo que ir a la atención psicológica para el manejo de la ansiedad, sino que se tiene que referir a la atención psiquiátrica para empezar a administrar ansiolíticos”, señaló Salcido Gándara. (Fernando Aguilar /El Diario)
Diagnósticos en 2016
- 297 en hombres
- 641 en mujeres
Fuente: Jurisdicción Sanitaria II
Manifestaciones físicas
•Dolores lumbares
•Agitación
•Angustia
•Taquicardia
•Sudoración
•Incapacidad para conciliar el sueño
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