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Tejer era su pasión, ahora es su medio de vida

Fernando Aguilar/
El Diario de Juárez

2017-10-07

En la comodidad de su casa, Elvira pasa sus madrugadas frente al monitor de su computadora, el centro de operaciones de su negocio de prendas tejidas a mano que vende por Internet a través de las redes sociales.
Su forma de trabajo le permite sostener a su madre y al mismo tiempo cuidarla, pues ya tiene 93 años.
Conectada siempre a YouTube, Facebook y Pinterest, la mujer de 62 años, oferta las creaciones que produce durante la noche, lo que la mantiene en vela.
Sin reglas ni horarios más que los que ella misma se impone, Elvira atiende llamadas y mensajes entre punto y punto para dar forma a gorros invernales y personajes populares, piezas que entrega a sus clientes en un centro comercial cercano.
Convencida de que podía aprovechar más las horas, cursó una carrera profesional en tecnologías de la información, en la misma universidad que sus hijos y empleó los conocimientos para emprender su negocio.
“Si uno no está en Internet, no existe”, consideró Elvira. “Antes, en la entrada de un supermercado ponía mis gorros y bufandas un ratito. Sacaba clientes, pero no es igual. Es estar en el sol y perder mucho tiempo. En mi casa estoy tejiendo, publicando y contestando”, expresó.
La pasión de Elvira por el tejido de punto pasó de ser un pasatiempo a una actividad de tiempo completo cuando fue despedida de su empleo hace diez años.
Viuda, madre de tres hijos que son ahora independientes, ella trabaja desde el recibidor de su casa, donde sueña con instalar un taller profesional.
Junto a la puerta principal colocó el escritorio sobre el que descansa su computadora. En el espacio que debería ser una sala hay una gran mesa.
Las paredes se ocultan detrás de cajones llenos de los materiales que Elvira compra en una mercería local y también manda traer de otras ciudades.
Antes de empezar a trabajar en un encargo, la mujer mira detenidamente una fotografía de esa pieza y, sin ninguna guía más, elabora la prenda.
En ocasiones suele promocionar sus creaciones en grupos como “Tejedoras de todo el mundo”, donde recibe elogios de las usuarias que las ven.
“Trabajo las horas que yo quiero y estoy en mi casa, ¡pero me doy unas desveladas! Hay trabajos muy laboriosos en los que tardo casi una semana. Me dedico mucho a la ropita de bebés y a veces me tardo toda una semana en hacer sólo una cosa”, explicó.
Uno de los últimos pedidos que llegaron al taller de Elvira fue una representación de Frida, la perrita que salvó a personas atrapadas entre los escombros luego del sismo del 19 de septiembre en la Ciudad de México.
“Yo no sabía de Frida porque, como tengo mucho trabajo, no veo noticias. Un muchacho me dijo que la quería para su novia y yo le dije que me iba a desvelar para acabarla. Duré casi dos días haciéndola. No quise quedar mal porque una amiga ya me había recomendado”, narró la tejedora, que puede ser encontrada en Facebook con el nombre de Elvira Márquez Rodríguez. (Fernando Aguilar / El Diario)

faguilar@redaccion.diario.com.mx

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