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Demandan a policías por lesiones y robo

Javier Olmos/
El Diario de Juárez

2017-09-29

La familia que el miércoles fue desalojada de su vivienda con lujo de violencia presentó ayer una denuncia formal ante la Fiscalía General del Estado contra los policías municipales que participaron en el acto judicial, por los delitos de lesiones, robo y abuso de confianza de los que, dicen, fueron víctimas.
Con miedo a sufrir represalias, Susana Uranga, hija de los afectados, señaló que los uniformados que llegaron a su casa actuaron sin previo aviso, los sacaron por la fuerza, los esposaron y los arrastraron por el piso como si fueran delincuentes.
Inclusive asegura que ni los agentes ni los abogados de la institución bancaria que ejecutaron el embargo presentaron una orden de desalojo.
La denuncia fue presentada ayer y la Fiscalía designó a la agente del Ministerio Público Margarita Escápite Rangel para que dé seguimiento a las investigaciones, se dio a conocer.
De acuerdo con Uranga, su padre, Juan Uranga, pidió un préstamo en 2001 a un hombre de nombre Luis Hernández, quien falleció tiempo después.
Pasaron los años y nunca les llegó una notificación sobre algún proceso de embargo.
Agregó que fue hasta que tras el desalojo, se dieron cuenta de que el hijo del prestamista, Luis Ángel Hernández, vendió ese inmueble a Juan Alfredo Calvo, quien finalmente reclamó la propiedad, aseguró.
El jueves, 25 agentes de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal intervinieron de forma violenta para echarlos de la vivienda marcada con la numeral 7385 de la calle Ensenada, en la colonia Fuentes del Valle, donde, incluso, ellos mismos sacaron los muebles a la calle.
Los afectados aseguran que los policías municipales les robaron un teléfono celular iPhone, dos esclavas de oro de 14 quilates y dinero en efectivo. Además acusan que durante el embargo, dañaron sus muebles, que sacaron ellos mismos y los aventaron; a ellos los esposaron y los arrastraron.
“Se siente mucha impotencia, me agarraron como si fuera un costal de papas, me lastimaron porque precisamente antes de que me agredieran, les dije que tengo problemas con la ciática del lado izquierdo”, dijo la hija, quien llegó al lugar minutos después de que iniciara el desalojo.
“Ahora no voy a poder regresar al trabajo de la golpiza que me dieron”, agregó. (Javier Olmos / El Diario)

jolmos@redaccion.diario.com.mx

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