Juan de Dios Olivas/
El Diario de Juárez
Un nuevo hundimiento se registró el pasado miércoles en el colector Zempoala, que recolecta todas las aguas negras y pluviales provenientes de la zona norponiente de la ciudad, reportó la Junta Municipal de Agua y Saneamiento (JMAS).
Con este colapso registrado sobre la avenida Hermanos Escobar y Plutarco Elías Calles, justo a un costado de una primaria, ese drenaje ha sufrido ya 10 desplomes desde el 2013 a la fecha.
“Ya se presentó en otras ocasiones un problema, aguas abajo. Esta parte dañada la vamos a reparar, el daño anterior está muy pegado al punto que vamos a reparar”, indicó el director técnico de la JMAS, Manuel Herrera Mercado.
El hundimiento provocó la suspensión de clases en la Escuela Primaria Vicente Guerrero, que está justo enfrente de donde el pavimento colapsó a lo largo de unos 20 metros, por 1.52 de ancho y unos 5 metros de profundidad.
El socavón afectó las actividades de la Rectoría de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez (UACJ) también ubicada sobre la avenida colapsada.
De acuerdo con un seguimiento periodístico, cerca de ese mismo cruce el pavimento cedió el 20 de septiembre de 2016 y también lo había hecho el 14 de agosto y el 12 de diciembre de 2015.
El nuevo hundimiento es de 20 metros de largo, 5 de ancho y 5 de profundidad, mientras que la tubería dañada es de 1.52 metros de diámetro, explicó el director técnico de la JMAS, Manuel Herrera Mercado.
Señaló que ese drenaje capta las aguas del norponiente de la ciudad, por lo que el flujo ayer impedía iniciar la reparación de la tubería.
“Vamos a repararlo si las condiciones nos lo están permitiendo, ya que el colector trae un volumen alto, que impide ingresar con personal”, dijo.
En su reporte, la JMAS señala que la causa del desplome fueron las fuertes lluvias que se registraron esta semana y que saturaron todo el sistema de alcantarillado de la ciudad, el cual no fue construido para uso pluvial.
El registro se recibió a las 11:00 p.m. del miércoles, por lo que al lugar arribó personal de la Dirección General de Tránsito Municipal a resguardar el área, en tanto personal perteneciente a la JMAS Juárez entró también a hacer trabajos de limpieza del escombro, se informó.
El colector de aguas residuales Zempoala inicia en la colonia Hidalgo y lleva su cauce hasta la planta tratadora de agua Norte, localizada entre la avenida Francisco Villarreal Torres y el bulevar Juan Pablo II donde el pasado 27 de agosto se registró el hundimiento más reciente.
Para evitar algún accidente debido a este desplome, directivos decidieron suspender ayer las clases en la Escuela Primaria Vicente Guerrero. Al lugar llegaron elementos del Departamento de Bomberos, quienes acordonaron el área y cerraron un carril en cada sentido de la Hermanos Escobar.
La subsecretaria de Educación y Deporte en la Zona Norte, Judith Soto Moreno, pidió a los padres de familia estar al tanto de la reactivación de clases, que podría ser el lunes.
En otras escuelas los padres hicieron malabares para poder acceder a ellas tras la lluvia.
Es el caso de la preescolar Amalia C. Castillo, que desde el 21 de julio tiene al pie de su entrada principal una gran zanja producto del desprendimiento de una placa de asfalto tras una inundación.
“Ahora que ha llovido, se hace el encharcamiento y se llena de mosquitos. Quienes viven por aquí y saben le dan la vuelta, pero quienes no ahí se caen en el carro”, relató Arturo, trabajador manual de dicha escuela.
Dijo que el pasado miércoles sólo 5 niños asistieron a clases, pues la inundación, provocada por la retención de agua en los hoyancos, impidió el paso de la mayoría de los estudiantes.
“Ahora (ayer) si vinieron poquitos más, yo creo que un poco más de la mitad”, dijo.
Formalmente, la subsecretaría de Educación y Deporte en la Zona Norte dijo que en el interior de las escuelas sólo se tenían reportados daños menores como goteras o inundaciones en los patios.
Frente a la posibilidad de que las lluvias continúen, Soto Moreno dijo que queda a consideración de los padres mandar a sus hijos a la escuela, pues lo mejor era no arriesgarlos en el trayecto. (Juan de Dios Olivas, Karen Cano / El Diario)
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