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El Diario de Juárez
Un hombre fue sentenciado a 25 años de prisión y a pagar 42 mil 500 pesos como reparación del daño, tras ser encontrado culpable de participar en el secuestro de un menor de edad.
Aunque se señala que Héctor Alonso Martínez Solís participó en ‘levantar’ y cuidar a la víctima, así como en cobrar el dinero del rescate, nadie lo vio. Pero el Tribunal de Enjuiciamiento concluyó que él participó en el plagio porque en la casa donde estuvo retenida la víctima se recabó evidencia compatible con Martínez.
En la acusación presentada por el Ministerio Público en contra de Martínez se establece que el 4 de abril de 2013 a las 14:00 horas el contador público y maestro en finanzas Daniel Caraveo Trevizo –quien ya fue sentenciado por estos hechos– y Martínez Solís se presentaron en la casa de la víctima y el primero de ellos lo obligó a salir del inmueble y a abordar un vehículo.
Pero a la vuelta de la cuadra, por medio de la violencia física el menor fue bajado del primer auto y subido en Ford Fusion modelo 2006 que era guiado por Martínez Solís.
Fue trasladado a una casa de seguridad ubicada en la calle Bosques de Bambú número 2317 del fraccionamiento Bosques de San José, donde lo ataron de pies y manos mientras exigían el pago del rescate.
Los secuestradores pedían 500 mil pesos por la libertad del entonces menor de edad y después de negociar con la familia se pactó el pago de 42 mil 500 pesos y el 6 de abril del 2013 la víctima fue liberada.
El pago se realizó en los sanitarios de un centro comercial.
Al juicio oral compareció la víctima y dos testigos, uno de estos fue quien entregó el dinero del rescate y otro que presenció el plagio; también se ofreció la declaración del dueño de la casa y prueba científica en materia de genética y dactiloscopia.
Una perito en genética forense declaró ante el Tribunal que en las células de descamación recuperadas en un celular se encontraron 14 de los 16 marcadores del ahora sentenciado, es decir, está incluido el linaje paterno de Héctor Alonso y precisó que el celular y el control se aseguraron en esa casa.
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