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Acude por sí mismo a su juicio oral por asesinato

Blanca Carmona/
El Diario de Juárez

2017-09-26

Un hombre que enfrenta proceso penal en libertad porque la Fiscalía incumplió con arraigarlo en un hotel, se ha estado presentando de forma voluntaria al juicio oral por su presunta responsabilidad en un homicidio ocurrido en 2015.
El desahogo de pruebas concluyó ayer y hoy el Tribunal emitirá un veredicto para determinar si Carlos Alberto Arvizu Valles, acusado de ser una de las personas que asesinó a un guardia de seguridad para robarle el dinero que trasladaba con motivo de su trabajo, es culpable o inocente.
Desde el pasado 14 de septiembre Arvizu ha acudido de forma voluntaria a todas las diligencias de debate de juicio oral instruidas en su contra.
El 14 de septiembre el Tribunal de Enjuiciamiento levantó la medida cautelar de internamiento en el Centro Estatal de Arraigos (CEA) a la que se encontraba sometido desde mayo de este año y ordenó que fuera arraigado en el hotel Flamingo, pero la Fiscalía no acató esa instrucción.
El acusado fue puesto en libertad sujeto a cuatro cautelares: la obligación de someterse al cuidado y la vigilancia de la autoridad; acudir periódicamente a firmar; se le prohibió salir de Ciudad Juárez y también acercarse, convivir y comunicarse con los ofendidos, testigos y peritos.
La cautelar se modificó debido a que Arvizu Valles permaneció dos años recluido en el Cereso y cuatro meses en el CEA sin ser sentenciado y luego de la recomendación 29/2017 emitida por la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) en la que señala al Gobierno de Chihuahua que la operación de los centros de arraigo son ilegales.
Ayer el Tribunal de Enjuiciamiento escuchó a los peritos que practicaron el Protocolo de Estambul, una herramienta para determinar si una persona fue sometida a tratos crueles e inhumanos.
El doctor Sergio Carlos Valles señaló a los jueces que sí existe evidencia de que Arvizu fue torturado, pues hay concordancia entre las lesiones que presentó el acusado y lo denunciado por Arvizu.
En el aspecto psicológico no se encontraron evidencias de tortura, pero como el Protocolo de Estambul incluye los dos ámbitos –médico y psicológico– la conclusión es que Arvizu sí fue objeto de tortura.
El homicidio del que está acusado Arvizu sucedió el 24 de abril del 2015, cuando Humberto Vázquez Escajeda fue baleado para robarle parte del dinero que llevaba.
El crimen al parecer fue planeado por el hijastro de la víctima, Luis Gerardo Gallegos Montelongo junto con su pareja sentimental Óscar Galván Pérez, ambos ya sentenciados.
En los cargos se asentó que Carlos Alberto Arvizu participó en recoger a las personas después de cometido el homicidio, los llevó a un hotel y también les facilitó el arma de fuego.
La defensa llamó a declarar a Galván Pérez y él reconoció que mató a la víctima, pero también refirió que lo “calentaron” para que “pusiera” a su cuñado Arvizu. Aseguró que le vendaron el rostro, le echaron agua mineral y le dieron toques eléctricos.
Gallegos Montelongo declaró en el mismo sentido y refirió que en vía ministerial dijo otra cosa porque lo torturaron.
Sin embargo, ayer el médico indicó que tanto Galván Pérez como Gallegos Montelongo resultaron negativo al Protocolo de Estambul.
El Tribunal de Enjuiciamiento, conformado por los jueces Myrna Luz Rocha Pineda, María Isela Vázquez Granados y Jesús Manuel Medina Parra, recibió 20 pruebas y a los dos peritos del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) que practicaron el Protocolo de Estambul.
Hoy a las 12:00 horas tanto el MP como el abogado defensor presentarán los alegatos de clausura y el Tribunal emitirá un fallo.

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