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Ruta a Casa de Adobe, entre escombros y aguas negras

Javier Olmos/
El Diario de Juárez

2017-09-23

Anegado, entre montañas de escombro, tierra y charcos de aguas negras, se encuentra el camino principal que conduce a la Casa de Adobe, uno de los museos más importantes y representativos que tiene la ciudad.
La calle Canutillo en la colonia Ladrillera, a través de la cual se llega al museo, se encuentra todavía afectada por las lluvias registradas en la región a inicios del mes pasado y ninguna de las autoridades a las que se ha planteado el problema ha acudido a resolverlo, dijeron vecinos.
Debido a los inconvenientes para llegar, la afluencia en la réplica de la casa donde se alojaron algunos jefes revolucionarios como Francisco Villa, cayó hasta un cincuenta por ciento. Ya ni el Turibús llega como lo hacía todos los días, dijo el encargado del lugar, el historiador Alfredo Figueroa Maguregui.
En la zona se formó prácticamente un arroyo producido por el agua de las lluvias de hace cuatro semanas y el drenaje, mientras las conformaciones de tierra y escombro acumuladas a lo largo de la calle se originaron de los deslaves de calles más arriba.
Los vecinos se dijeron preocupados por el hecho de que se vuelva a presentar una precipitación fuerte en la ciudad, que genere más inundaciones de las que no puedan escapar por los escombros.
“Ni ellos hacen algo para que esto se arregle (…) dicen que van a venir pero no viene nadie, que porque van por sector. Se hizo el llamado a través de vecinos y no. Vamos a tener que conseguir una máquina que nos cobra 500 pesos la hora”, señaló Pablo Martínez, habitante de la colonia.
Dijo que ayer estaban haciendo una colecta para pagar el servicio entre ellos.
Mencionó que han hecho contacto con la Presidencia Municipal e inclusive el alcalde Armando Cabada está enterado del problema porque contestó a través de un correo electrónico que enviaron hace dos semanas.
Por las complicaciones de la ruta, autos y camiones tienen que recorrer el camino prácticamente en zigzag para trasladarse de un lado a otro, mientras, al final de la calle, donde empieza el trayecto a la Casa de Adobe, se conforma un charco enorme de aguas negras que tiene que ser atravesado por la orilla.
“Ha bajado pero no ha dejado de venir gente”, mencionó sobre la afluencia al escenario Figueroa Maguregui.
Mencionó que el viernes tuvo un promedio de 50 visitas al lugar, cuando lo normal es que lleguen hasta 200, incluidos los extranjeros que arriban a bordo del camión denominado Turibús.
Ese viernes fueron a visitar el museo turistas procedentes de Inglaterra, Italia, Brasil y Honduras. El sábado 29 de julio pasado, el embajador de China en México, Qiu Xiaoqui, estuvo ahí y fue el primer funcionario de esa talla en apreciar la estructura que tiene un valor turístico importante.
Los vecinos de la zona lamentaron que la Casa de Adobe, con la importancia que tiene, no tenga un acceso digno para llegar.
A raíz de la tromba que tuvimos hace como tres semanas, el camino de la calle Canutillo se deterioró bastante, expuso el historiador.
Ante las complicaciones, “la gente misma dejó de venir al museo Casa de Adobe”, lamentó.
Para llegar al sitio, existe otra calle alternativa llamada Nadadores; corre paralela a la Canutillo, llegando desde el bulevar Norzagaray. “Pero obviamente los turistas no la conocen”, señaló.

jolmos@redaccion.diario.com.mx

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