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Entran a primaria ¡a matar!

Staff/
El Diario de Juárez

2017-09-22

A gritos, llorando y nerviosos, madres y padres de familia de la Escuela Primaria Ernesto Guevara exigieron que les entregaran a sus hijos luego que un hombre fue asesinado a balazos ayer en el patio del plantel poco después de que iniciaron las clases del turno vespertino.
La cotidianidad de la institución, ubicada en la colonia Andrés Figueroa, fue rota pasando las tres de la tarde cuando la víctima, un hombre identificado sólo con el apodo de “Shorty” o “La Pulguita”, de unos 21 años, entró corriendo al lugar en busca de refugio, mientras que sus asesinos lo siguieron hasta alcanzarlo para dispararle.
Las detonaciones cimbraron a los 180 alumnos del plantel y a los maestros, quienes les pidieron que se agazaparan en sus pupitres mientras investigaban lo que ocurrió, indican testimonios recogidos en el lugar.
“La maestra Lizbeth, que está embarazada, nos dijo que nos agacháramos o tiráramos al suelo. Todos estábamos muy asustados”, dijo una alumna de sexto año con su cuerpo y su voz temblando.
Al momento de la ejecución algunos menores de edad se encontraban afuera de sus salones y observaron la escena, por lo que corrieron asustados a buscar refugio.
Cuando los profesores consideraron que ya no había peligro, les dijeron a sus alumnos que se podían levantar de sus pupitres o el suelo, pero algunos de ellos, en especial los de primero y segundo grado, entraron en crisis, temblando y llorando por el miedo que experimentaron.
Los maestros permanecieron con los niños dentro de los salones tratando de calmarlos, fue hasta que policías les informaron que ya podían salir de las aulas para irse con sus padres porque las clases quedaron suspendidas.
El cuerpo del hombre asesinado quedó tendido bocarriba, entre la barda y uno de los salones de la primaria, mientras que los estudiantes fueron sacados de sus salones para darles refugio en dos piezas alejadas del patio de juegos, que quedó convertido en una escena de crimen.
Los relatos de testigos indican que el hombre trató de evadir a sus ejecutores metiéndose a la escuela por la parte trasera, justo donde dos albañiles estaban trabajando en la construcción de la barda.
La víctima cruzó la plancha de concreto que se encuentra a mitad del plantel, pero a medio camino recibió los primeros balazos, pero alcanzó a llegar a una barda ubicada a pocos metros de la entrada principal, en donde fue rematado.
El hombre tenía cuatro impactos de bala, uno en la cabeza, de acuerdo con un policía preventivo que llegó a resguardar el lugar.
Luego, se formó un caos, mientras que los elementos municipales acordonaron la zona, con los niños adentro, los padres que habitan alrededor de la escuela comenzaron a llegar para enterarse de lo que pasó. “Se escucharon dos balazos primero, también gritos de dos personas y luego otros dos balazos”, comentó una maestra, quien trataba de consolar a los padres asustados que llegaron para conocer el estado de sus hijos.
Directivos del plantel no permitieron que los niños se aproximaran al cadáver y llevaron a todos a los dos salones que se encuentran en la parte posterior, a unos 100 metros de donde quedó la víctima.
Los padres de unos 30 niños llegaron de inmediato porque son residentes cercanos, pero en menos de 20 minutos ya eran muchos más los padres que reclamaban la entrega de sus hijos.
Las madres se acercaron hasta las rejas que se encuentran en la barda principal de la escuela para gritar los nombres de sus hijos, sentían temor de que una bala pudiera alcanzar a alguno y reclamaban a los policías municipales información de lo que pasó.
“Los niños se encuentran bien, no les pasó nada, solamente el susto por los balazos, pero están bien, los movimos a dos salones y están mis compañeros platicando con ellos”, ya se interrumpieron las clases y se van a sus casas, comentó la maestra.
El proceso de entrega de los menores comenzó una media hora después de que se registró el asesinato.
La escuela se llenó de agentes policiacos, peritos y empleados del Servicio Médico Forense (Semefo), quienes trabajaron cerca de una hora en el procesamiento de la escena del crimen y el levantamiento del cadáver.
Una mujer que llegó apresurada al sitio, vestía una bata de una empresa maquiladora, al observar el cadáver rompió en llanto y a gritos reclamó por el crimen. La víctima era su hijo.
Policías ministeriales de inmediato la abordaron para entrevistarla y la subieron a una camioneta oficial para llevarla a declarar.
 
Van 3 homicidios en el sector en un mes
Vecinos del sector informaron que con el asesinato de ayer ascienden a tres en los alrededores de la escuela en el lapso de un mes.
“Nos dijeron que se metieron unos hombres a perseguir a otro y hubo disparos, y los niños se asustaron mucho. Mi hija Arleth es de primer año y la encontré llorando mucho sin poder hablar”, expresó Karla, una madre de familia.
Pidió que refuercen la vigilancia en el sector porque hay niños pequeños y poca seguridad en la escuela, “a parte del trauma con que se quedan los niños”, expresó.

Exigen padres reforzar vigilancia
La escuela está llena de grafiti en la barda perimetral y debido a la inseguridad de la zona se colocó una malla para evitar que ingresen personas ajenas al plantel. 
“Fue terrible que se presente una situación así, que hayan entrado a matar a una persona dentro de la escuela y en presencia de los alumnos”, expresó Karen, otra madre de familia que llegó apurada a recoger a sus dos hijas de segundo y sexto año.
Mencionó que ella escuchó la noticia por televisión y pensó que había sido fuera de la escuela, pero al conocer que fue en el interior se angustió mucho y llegó corriendo con sus otros dos hijos pequeños.
“Mis hijas me dijeron que se habían escondido debajo de las bancas y las encontré llorando, sin poder hablar y llenas de miedo”, expresó
Su hija de sexto año dijo que estaban en educación física y el maestro los mandó a tomar agua y entonces se escucharon los balazos, por lo que los metieron al salón y los tiraron al piso. “Es mucho peligro para las criaturas, queremos que se refuerce la vigilancia”, expresó otra madre de familia que se identificó como Guadalupe.
Un ciudadano, que tiene a una sobrina inscrita en esa escuela, mencionó que se encontraba cerca y corrió para recoger a su familiar cuando escuchó las detonaciones.
Al entrar al plantel encontró al hombre tirado en el piso dentro de la escuela. (Staff/El Diario)
 
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