Javier Olmos/
El Diario de Juárez
La actividad sísmica en la región ha ido en aumento en los últimos años. Fue en 2011 cuando a Juárez se le sumó el sismo entre las catástrofes que puede enfrentar. Desde entonces esta frontera suma ya decenas de ellos registrados y son cada vez más frecuentes.
De acuerdo con el Atlas de Riesgos Naturales actualizado en 2016 por el Instituto Municipal de Investigación y Planeación (IMIP), la más reciente sacudida fue de 3.6 grados en la escala de Richter, el 6 de junio de 2009 en el poblado de Guadalupe, Distrito Bravos, a 56 kilómetros de este municipio.
Hasta ese año sumaban ya más de 37 sismos registrados que varían de intensidad de 2.8 a 4.5 grados, en una zona localizada a una distancia media de 150 kilómetros al sureste de Juárez y unos 100 kilómetros al este de Villa Ahumada, en la región noreste del estado.
El estudio ubica en la ciudad 14 colonias como las más vulnerables y de acuerdo con expertos, de registrarse un sismo aquí, podría alcanzar los efectos de una bomba atómica.
De acuerdo con el mapa de vulnerabilidad sísmica que muestra las zonas de mayor riesgo según el tipo de edificación que se incluye en el Atlas de Riesgo, hay 14 colonias en la ciudad consideradas de alta vulnerabilidad ante un sismo.
Estas son Rincones del Valle, Quintas del Valle, Privada Miraloma, sector español, Hacienda La Cantera, y Rincones de Cartagena.
También Villas Solares, Hacienda Las Lajas, Paseo del Real, Bonanza Residencial, Rincones de Santa Fe, Canto de Catania, Urbi Quinta Montecarlo, Reserva el Valle y La Gran Manzana, todas ubicadas al oriente.
La actualización del listado de catástrofes en la región incluye además heladas, tormentas y deslizamientos de roca y tierra, en los que ni el Gobierno ni la ciudadanía tienen experiencia.
El segmento sur de la Falla del Río Bravo (Rio Bravo Rift), del que forma parte Ciudad Juárez, se ha reactivado después de décadas de relativa calma por lo que, se advierte, serán más comunes y frecuentes los sismos en la región.
El terremoto podría originarse eventualmente por la falla de la Montaña Franklin y su poder alcanzaría el de una bomba atómica, dijo el jefe del Centro de Investigación en Geociencias de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez, Óscar Dena Ornelas.
“Juárez es estadísticamente de menor intensidad porque no estamos en una zona tan activa como el centro y el sur del país, donde confluyen cinco placas tectónicas”, mencionó Dena Ornelas.
Sin embargo, enfatizó que esta localidad no está exenta de que pueda llegar a presenciar un temblor, pues estamos en una provincia tectónica que registra actividad sísmica muy importante.
A eso le agregó que la frontera no está preparada para responder a un fenómeno natural de esta magnitud porque aquí no es una realidad cotidiana.
“No estamos ni siquiera preparados para las lluvias que nos pegan cada año, menos para los sismos”, anotó el especialista.
El director de Protección Civil, Efrén Matamoros Barraza, también puntualizó que no debe descartarse la posibilidad de que llegara a temblar en la región fronteriza.
“No estamos exentos y hay probabilidades de que pase algo muy fuerte. Ya se ha presentado en el sur del estado, con sismos de magnitud cuatro”, dijo Matamoros.
“Un temblor no se puede predecir, pero sí prevenir”, afirmó Dena.
Matamoros señaló que a partir del terremoto de 1985 en la Ciudad de México, se modificaron las reglamentaciones para la construcción de vivienda, aunque apuntó que en el caso de las zonas habitacionales más viejas a esa fecha son las que corren mayor riesgo de colapso ante un inminente sismo.
Estas son, dijo, las zonas del centro, poniente y norponiente.
De acuerdo con el IMIP, la zona de sismos se localiza cerca de los límites entre la Región de Cuencas Cerrada del Norte y en la Región del Río Bravo.
“Tomando como referencia el cauce del Río Bravo, los epicentros de los sismos se localizan a distancias de 0 a 83 kilómetros pero la mayoría se localizan a distancias que varían entre los 20 y los 25 kilómetros del río”, explica el Atlas.
Y agrega que “nuevamente en 2011, una serie de eventos con magnitudes de hasta 4.5 grados generaron un estado de preocupación por parte de autoridades de Ciudad Juárez debido al grado de afectación que representó para las comunidades agrícolas ubicadas en la zona cercana a los epicentros”.
De acuerdo con Dena, el problema debe saberse, atenderse y normarse. (J. Olmos/El Diario)
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