Fernando Aguilar/
El Diario de Juárez
Angustia, desesperación, temor, impotencia, son algunos de los sentimientos encontrados que fronterizos vivieron ayer tras enterarse del sismo que estremeció a la Ciudad de México y 8 estados y no poder comunicarse con sus familiares allá para asegurarse que estuvieran bien.
Ante la emergencia, las redes telefónicas registraron fallas por lo que era imposible que personas en las zonas afectadas recibieran o hicieran llamadas.
“Era como la 1 de la tarde aquí y le llamaba y le llamaba a mi mamá, a mi hermana, a mi tía y nadie me contestaba; me mandaba directamente al buzón de voz porque dicen que no había señal”, dijo Manuel Armendáriz Baca, originario de la Ciudad de México pero que vive aquí desde hace cinco años.
Contó que su madre vive en la Delegación Venustiano Carranza, donde la situación se complicó con el colapso de una barda. “Yo me enteré por Facebook. Me metí a revisar mi perfil y, como casi todos mis contactos viven allá, pues enseguida me di cuenta”, indicó.
“No hubo señal, pero por redes sociales era más fácil comunicarse”, dijo Itzel León, quien vive aquí desde principios de este año pero tiene su familia allá en Ciudad de México.
Carlos Arturo Gómez, quien lleva 25 años en El Paso, logró hablar con sus hermanos de la Ciudad de México tras pasar minutos pensando lo peor.
“Estaba viendo la televisión cuando avisaron de que había habido un temblor allá”, narró. “Fue muy doloroso saberlo; fue desgarrador. Pero fue peor la incertidumbre, el no saber si estaban bien. Afortunadamente logré hablar con ellos y están bien”.
faguilar@redaccion.diario.com.mx
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