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Repuntan homicidios de mujeres en Juárez

Luz del Carmen Sosa/
El Diario de Juárez

2017-09-17

A Elizabeth, de 17 años, su mamá la encontró tirada en el piso con un cable atado al cuello y su cuerpo sobre el charco donde murió desangrada, por heridas provocadas con arma blanca en diversas partes del cuerpo.
Los gritos de su madre fueron escuchados por varios vecinos. Pedía auxilio, maldecía, imploraba a Dios. Su hija fue asesinada.
“Tenían poco más de dos meses aquí en la colonia y a la niña se le apreciaba porque era muy amable. Estaba malita, tenía como una protuberancia en la espalda pero era muy bonita, muy buena gente”, dice el único vecino que se atreve a hablar de este homicidio que ocurrió la noche del pasado 13 de septiembre en la colonia San Antonio.
Aún no concluye el verano y en los ocho meses y medio transcurridos del año suman ya 61 mujeres asesinadas, que son más incluso que las registradas en todo el 2016 que fueron 56, de acuerdo con cifras de la Fiscalía General del Estado (FGE) Zona Norte.
El último caso trascendió las primeras horas del pasado sábado, el cadáver de la víctima fue encontrado semidesnudo en un terreno baldío de la colonia Galeana.
“¿Qué nos pasa, siendo Juárez el paradigma, la ciudad que hizo todos estos movimientos de familiares de víctimas, de un periodismo atento denunciando estas grandes atrocidades, qué pasa? ¡Tenemos un gran retroceso!”, plantea Julia Monárrez Fragoso, investigadora del Colegio de la Frontera Norte y autora de investigaciones en torno al feminicidio en Juárez.
El seguimiento periodístico de los crímenes contra mujeres en Juárez establece que en los últimos 24 años se han registrado mil 572 víctimas; de 1993 al 2003 fueron 330 homicidios, mil 34 en la segunda década y del 2014 al 2017 han sido privadas de la vida 208 féminas.
Demasiadas muertes de mujeres en una ciudad donde la tipificación del feminicidio como delito penal apenas –el pasado 12 de septiembre– quedó aprobado en el Congreso del Estado, afirma Monárrez, quien también es catedrática universitaria.

Falta voluntad política, acusan
Sólo en 16 asesinatos cometidos este año hay personas detenidas como probables responsables, es decir, la mayoría de los casos ocurridos siguen impunes, indican los datos de la FGE obtenidos a través de la Unidad de Información.
“El Gobierno del Estado no tiene interés en la justicia para la mujer y vemos que hay Fiscalías que tienen todo el recurso como Antisecuestros, creada para los empresarios, pero los delitos contra las mujeres no son prioridad”, señala Ivonne Mendoza Salazar, coordinadora de casos de feminicidio del Centro para el Desarrollo Integral de la Mujer (Cedimac).
Sostiene que el problema de la violencia contra la mujer en Juárez y el estado de Chihuahua es muy grande y complejo que se resuelve con voluntad política, pero es un tema que no es importante para el Gobierno del Estado”, agrega.
“Los políticos y las políticas perdieron la gran oportunidad con todos estos informes que hicimos, con los diagnósticos realizados, de convertir a esta ciudad en una ciudad vivible, respetuosa de los derechos humanos. Los gobiernos han gastado más dinero en ocultar hechos que en prevenir y dar justicia”, asegura, a su vez, Monárrez Fragoso.
Ocho años atrás, el Estado Mexicano fue sentenciado por la presunta responsabilidad internacional de falta de medidas de protección a las víctimas; de prevención de crímenes de mujeres; de respuesta de las autoridades frente a la desaparición; de debida diligencia en la investigación de los asesinatos; así como la denegación de justicia y la falta de reparación adecuada.
La demanda por “la desaparición y ulterior muerte” de las jóvenes Claudia Ivette González, Esmeralda Herrera Monreal y Laura Berenice Ramos Monárrez, interpuesta por sus respectivas madres ante la Corte Interamericana de los Derechos Humanos (CIDH), ha permitido algunos avances en la erradicación de la violencia contra la mujer en Juárez.
Pero esos pocos logros no son suficientes ni para prevenir, ni para esclarecer los crímenes, coinciden activistas sociales entrevistadas.

Morir en Juárez
A Yara Eliset Zavala Arellanes la alcanzaron las balas cuando viajaba junto a Wilibardo Loera, ambos de 37 años. Para cubrirse, ella trató de acurrucarse a lado del conductor del Cadillac 2014 pero no le dieron mayor oportunidad. Junto a su acompañante recibió 16 tiros. Murieron al instante.
Los casquillos 9 milímetros quedaron regados sobre el pavimento caliente de las calles Manuel J. Clouthier y Lechuguilla, en la colonia Ampliación Aeropuerto; una zona habitacional situada en el Distrito Sur donde se concentra casi el 50 por ciento de los 58 asesinatos de mujeres en Juárez cometidos este año.

Más que estadísticas

La FGE desglosa así los datos: Enero registró cinco víctimas; 9 en febrero; 13 en marzo, 3 en abril, 5 en mayo, 7 en junio, 7 en julio y 6 en agosto. En lo que va de septiembre ya suman 6.
En este lapso fueron asesinadas cuatro mujeres que contaban con reporte de desaparición y sus cuerpos, inhumados de manera clandestina o abandonados en lotes baldíos, fueron localizados en avanzado estado de descomposición; además, una mujer reportada como ausente del 2016 fue encontrada muerta este año.
Las victimadas fueron identificadas como Lucía Irene Muñiz Ortega, de 19 años, desaparecida y localizada el mes de febrero; Yolanda Ramírez Castorena, de 46, y Rosa Julissa Delgado Chávez, de 16 años, desaparecidas y localizadas en mayo, y Tania Elizabeth Flores Monreal, de 21 años, desaparecida y localizada en junio.
Además tres mujeres fueron asesinadas por sus esposos. Los agresores se suicidaron tras privar de la vida a su pareja sentimental; uno dejó recado póstumo para explicar a los deudos el por qué de su actuar. Los otros cometieron el crimen frente a sus propios hijos.
Los tres perpetradores de los crímenes padecían celotipia, de acuerdo con las autoridades. Del total, nueve permanecen sin identificar.

Los móviles, los crímenes
Guadalupe Dorado Rojas sufrió maltratos, golpes y abuso los últimos años de su vida. Su esposo había dejado de trabajar y despojaba a Lupita hasta de sus bonos de productividad que ganaba en la maquila.
Fue la noche del 24 de julio que se atrevió a contradecir a su esposo Víctor Manuel Heredia Trejo y éste masacró a gran parte de la familia. Este ha sido el caso más grave de violencia intrafamiliar registrado en la ciudad.
Cuatro personas murieron y el agresor fue abatido por policías municipales a los que enfrentó, además 11 niños quedaron en la orfandad
La familia de Lupita piensa que ella vivía bajo constante amenaza de muerte. “Ella realmente sabía cómo era su esposo, que estaba loco, enfermo y este era su temor, que pasara exactamente lo que pasó”, dice una hermana.
Aunque Lupita intentó dejarlo, no se separaba de él, incluso, llegó a denunciarlo por maltrato pero el caso no prosperó.
Las investigaciones de la FGE establecen que en al menos 16 crímenes de mujeres el móvil fue violencia doméstica. Además, en cuatro asesinatos de mujeres se fundamentan razones de género. Uno de ellos fue el crimen de Tania Elizabeth Flores Monreal, de 21 años, empleada de maquiladora y quien era buscada por sus familiares a través de las redes sociales.
Cuando los padres acudieron a presentar el reporte por ausencia se enteraron que su hija estaba en uno de los refrigeradores del Servicio Médico Forense en calidad de desconocida.
Los policías municipales arrestaron a Edgar Braquial, de 18 años, quien fue entregado por sus propios padres a los que confesó que junto a sus amigos Armando S. P., y Francisco M. G., mataron a la mujer porque se negó a tener relaciones sexuales con ellos.
En otros cuatro homicidios la principal línea de investigación es el robo.
El 19 de mayo María Hermelinda Venegas Orona, de 75 años y su esposo Ramón Venegas Estrada, de 76, fueron apuñalados dentro de su casa, en la colonia San Antonio, para despojarlos de joyería de oro.
El 27 de julio Graciela Soto Meza, de 72 años, fue asesinada junto a su esposo Javier Arroyo Martínez, de 64 años, en su propia recámara.
Él estaba atado de pies y manos y fue estrangulado con un cable eléctrico, además presentó golpes en diferentes partes del cuerpo, agregó.
Ella fue ahorcada con el cable del teléfono; los homicidas le colocaron una bolsa de plástico en la cabeza. Al matrimonio lo despojaron de un vehículo de reciente modelo.
El resto de los asesinatos está relacionado directa e indirectamente con la delincuencia organizada o el narcomenudeo, según las indagatorias oficiales.

Violencia exacerbada
La feminista Itzel González, coordinadora de monitoreo de la Red Mesa de Mujeres, repudia que este año las características de algunos feminicidios son la excesiva saña contra las víctimas.
Una mujer fue estacada por ambas vías antes de ser apuñalada. Una mujer de 72 años fue torturada antes de ser estrangulada y otra fue apuñalada hasta desangrarse.
“Avientan los cadáveres en predios abandonados, dentro de las cajuelas de autos, en el desierto, disponiendo del cuerpo como si fuera algo desechable, esas conductas criminales tienen una razón de ser, son mecanismos basados en el desprecio a la vida de las mujeres”, sostiene González.
Uno de estos casos fue en perjuicio de la estudiante universitaria Arisbeth Rico Ramírez, de 18 años, localizada muerta en el interior de la cajuela de un vehículo registrado como Uber.
La unidad fue abandonada en un predio baldío cercano a la colonia UrbiVilla del Cedro, informó el fiscal en la Zona Norte Jorge Arnaldo Nava López
El hallazgo del cadáver fue realizado gracias al localizador del automóvil, ya que el chofer que debía entregar la unidad para su relevo no llegó al punto de entrega, por lo que el conductor receptor notificó al administrador el retraso y éste rastreó el vehículo.
Javier David Armendáriz Valtierra, de 26 años, fue detenido pero no por el crimen de Arisbeth, sino por los delitos de violación agravada y violencia familiar en perjuicio de su esposa, una mujer de 22 años.
La causa penal 1656/2017, en contra de Armendáriz Valtierra indica que el 12 de julio pasado acudió a la casa de su pareja sentimental, de la que estaba separado, y la golpeó, además de abusar sexualmente de ella.
La investigadora Julia Monárrez destaca la gravedad de la pasividad de la comunidad fronteriza.
“La sociedad se está acostumbrando a que estén matando mujeres y hombres. Esta etiqueta de decir que se matan entre malandros, que las mujeres eran ‘buchonas’, les resta importancia porque no se les trata como personas”, advierte.
“Si los ofendidos no son mencionados como ciudadanos, si las víctimas no son dignas de ser consideradas personas, entonces para qué vamos a pedir justicia”, cuestiona.

Mecanismo de muerte 2016
*30 Arma de fuego
*12 Arma blanca
*10 Asfixia
*7 Golpes
*2 Desconocido

Edades              Víctimas
0-10....................... 2
11-17..................... 2
18-19..................... 2
20-29..................... 13
30-39..................... 15
40-49..................... 7
50-59..................... 3
60-69..................... 2
70 o más................ 3
Sin datos................ 12
Total....................... 61

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