Javier Olmos/
El Diario de Juárez
La Fundación del Empresariado Chihua-huense (Fechac) entregó ayer un cheque simbólico por 298 mil pesos a las familias que fueron afectadas por la “minitromba” que azotó gran parte del sur y suroriente de la ciudad en julio pasado.
Con esa cantidad, aportada por la iniciativa privada, se entregaron muebles a 17 familias que viven en colonias de alta marginación, entre ellas la Lucio Blanco II, Morelos Zaragoza y Águilas de Zaragoza, indicó Gilberto Cuevas, presidente de la Fechac.
En el evento realizado ayer, estuvo presente el alcalde Armando Cabada, quien manifestó que el Municipio solicitó el apoyo de la Fundación para ayudar a algunos de los damnificados que por una u otra razón no alcanzaron a recibir recursos del Gobierno.
En total se compraron 113 muebles, entre éstos 34 camas, 10 salas, cuatro cómodas, nueve cocinetas, 11 refrigeradores, un ropero, lavadoras, siete estufas y una recámara que ya se repartieron entre los afectados con anterioridad.
Al evento asistieron dos mujeres en representación de las familias afectadas, para recibir el apoyo simbólico y relataron los daños que sufrieron en sus propiedades con la tormenta, manifestando la gran ayuda que representa este apoyo para sus familias.
Martha Esparza, de la colonia Morelos Zaragoza, manifestó que hasta ahorita no los han dejado de apoyar. “Quiero agradecer a las personas que han estado al pendiente de todos nosotros”, expresó.
“Yo también estoy muy agradecida con Fechac porque volteó los ojos hacia nosotros; la tormenta sí destruyó muchas cosas en nuestra casa”, dijo Josefina Montejano, otra de las afectadas.
Cuevas agregó que la Fechac tiene un fondo de contingencia, se recibió la petición del Municipio y se hizo un peinado en las zonas. Una vez que se hizo el análisis de los daños se entregaron los menajes de casa.
“Hay que reconocerle a Fechac la sensibilidad de responder rápido”, externó Cabada al mencionar que en la zona se tiene un problema de infraestructura hidráulica.
Indicó que hubo casas donde no se pudo dar material de construcción porque representaría un peligro volver a construirles cuartos cuando viven en lugares donde se forman arroyos naturales. (Javier Olmos / El Diario)
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