Blanca Carmona/
El Diario de Juárez
Por falta de pruebas, un Tribunal de Enjuiciamiento dictó fallo absolutorio a un hombre acusado de haber matado a una persona en junio del 2013.
El exonerado es Emmanuel Varela Pérez alias “Manu”, quien hace meses quería ser sentenciado a través de un procedimiento especial abreviado pero la madre de la víctima no aceptó porque la pena que iba a recibir era mínima.
Héctor David García Gil fue golpeado con un objeto contundente, que le ocasionó más de 30 lesiones en diferentes partes del cuerpo, luego le cortaron la yugular.
Además del ahora absuelto, las otras dos personas que la Fiscalía General del Estado señaló como responsables también se encuentran libres. Se trata de Eduardo Vázquez Arroyo, quien era menor de edad al momento de los hechos.
Vázquez fue encontrado culpable y sentenciado a 15 años de prisión, pero al entrar en vigor la Ley Nacional del Sistema Integral de Justicia Penal para Adolescentes, salió libre y sólo compurgó tres años de cárcel.
Al otro presunto implicado se le dio la figura de testigo protegido y al parecer él es la persona que ya no se presentó para que fuera interrogado por la defensa en el juicio seguido a “Manu”.
Al emitir el fallo absolutorio a Varela Pérez, el titular de un Tribunal de Enjuiciamiento unitario presidido por el juez Heber Fabián Sandoval Díaz, dijo que no hay indicios suficientes para considerarlo culpable.
El juez señaló que el testigo protegido se presentó a declarar cuando fue requerido por el Ministerio Público (MP), pero no regresó para ser cuestionado por el abogado defensor.
Bajo esas circunstancias, de haber tomado en cuenta su dicho se dejaría en estado de indefensión a “Manu” y aunque hubiera sido considerada una prueba, ésta sería endeble, pues no hay otro indicio que lo implique como responsable.
Al final, el juzgador concluyó que la prueba del MP era insuficiente para un veredicto condenatorio.
García Gil tenía 19 años de edad, fue privado de la vida el 7 de junio del 2013 en el interior de una vivienda ubicada en la calle Buenavista número 1663.
Al parecer Eduardo y “Manu” lo invitaron a beber alcohol y después lo agredieron con picos de botellas, trozos de vidrios, una navaja y una llave mecánica.
En una entrevista realizada en junio del 2016, la hermana de Héctor David señaló que su hermano no era pandillero, su error fue ser confiado. Llegó a la casa donde se juntaban “Los Frescos Locos” por una identificación que meses antes había dejado en ese inmueble y nunca más volvió.
Al salir de su casa, un día antes de que lo mataran, le dijo a sus madre que iba a regresar para cenar unas tostadas con ella.
“Yo no tengo paz. Yo no puedo abrazar a mi hermano y decirle que lo quiero, que lo extraño, que lo necesitamos”, expresó la hermana de la víctima en aquella ocasión, sin detener las lágrimas y a propósito de la libertad que se decretó Eduardo Vázquez Arroyo y cuando todavía “Manu” estaba prófugo y ella reunía información entorno a él.
bcarmona@redaccion.diario.com.mx
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