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El Diario de Juárez
La defensa de los siete acusados de haberse enfrentado a balazos con agentes ministeriales en un poblado cerca de Ahumada acusaron que las armas de fuego y casquillos son “sembrados” y que los detenidos fueron baleados por la espalda.
Ayer presentaron a un Tribunal de Control una serie fotográfica e interrogó a un perito de la Fiscalía General del Estado (FGE) para tratar de probar su argumento.
La defensa de Adrián Arturo Cruz Pérez, Tomás Cabriales Hidalgo, Jesús Noé Mayet Banda, Mario Alonso Vega Félix, Manuel Bonifacio Rayo Zúñiga, Édgar Alejandro Rivas Hernández y Fernando Alán Ortega Fierro sostiene que éstos fueron acribillados por los ministeriales sólo por no atender la orden de que se detuvieran y que a otro civil lo dejaron desangrarse hasta que murió.
Además, el abogado defensor dijo que las pruebas de rodisonato resultaron negativas para todos; los aprehendidos tienen impactos de bala en la espalda y los glúteos y tres de las cuatro armas que presuntamente les aseguraron no están en condiciones de percutir, la calibre .38 Especial no expulsa los casquillos; la calibre 9 milímetros no tiene percutor y la calibre .45 no percute. Por lo que sólo es útil una calibre .22-R.
“Mi familiar tiene los balazos en las nalgas. ¿A poco iba inclinado, de pompis disparando?”, le dijo fuera de audiencia un familiar de Manuel Bonifacio Rayo al abogado defensor cuando este les mostraba la serie fotográfica exhibida al juez de Control Jorge Omar Derat Acosta, en la que se ve cómo quedó el vehículo de los ahora detenidos, baleado por ambos laterales y en picada tras chocar contra unos matorrales.
Al vehículo se les observan impactos de bala en la parte superior y de atrás hacia adelante.
Édgar Alejandro Rivas y Fernando Alán Ortega declararon que después de ser baleados por los estatales fueron golpeados y los dejaron unas seis horas desangrándose. Sólo uno de los civiles murió y hasta ayer no había sido identificado.
El abogado defensor indicó que Fernando Alán llegó al Hospital General de Ciudad Juárez en condiciones críticas, con signos de un shock hipovolémico.
Por su parte, el agente del Ministerio Público (MP) señaló, en la primera audiencia, que el pasado 4 de agosto en Buenaventura los estatales marcaron el alto a los tripulantes de un auto sin placas, vidrios polarizados y manejado a exceso de velocidad, pero que éstos no pararon y comenzó una persecución en la que hubo disparos.
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