Karen Cano/
El Diario de Juárez
En el marco del aniversario de los 60 años de la fundación de la Diócesis de Ciudad Juárez, este fin de semana fueron ordenados en una sola ceremonia seis nuevos sacerdotes; algo que no se presenciaba en la ciudad desde hace más de 17 años.
Lo anterior fue comentado por el sacerdote Juan Manuel Orona, rector del Seminario Conciliar de Ciudad Juárez, quien aseguró que esto es sólo la cosecha de un gran trabajo pastoral y la visita del papa Francisco realizada apenas el año pasado.
“Estamos viendo que surgen nuevas vocaciones y estamos muy felices por eso”, dijo.
Según informó el periódico católico Presencia, los nuevos sacerdotes son Jesús Caldera, Fernando de Santiago, Víctor Manuel Ortega, Gary Eduardo Reyes, Jesús Salinas y Víctor Manuel Vega.
“Lo que estamos viendo ahora es el fruto de la oración de los fieles, el trabajo de testimonio de las familias que cultivan los valores cristianos, y empezamos a cosechar el fruto de la visita del papa Francisco en el sentido vocacional.”, dijo.
La ceremonia de ordenación se realizó en la parroquia El Señor de la Misericordia, en una homilía ofrecida por el obispo de la Diócesis, José Guadalupe Torres Campos.
Según Presencia, sólo ha habido una ordenación sacerdotal tan numerosa en dos ocasiones anteriores.
Los diáconos vivieron hace unos días ejercicios espirituales en la ciudad de Guadalajara, bajo la guía del padre Héctor Xavier Villa, quien los animó durante algunos años de su formación en el Seminario, cuando fue rector del llamado “Corazón de la Diócesis”.
Por su parte, el sacerdote Orona dijo que este surgimiento de vocaciones también se ha hecho evidente en el alza del número de estudiantes en el seminario.
“El Papa, por su presencia, su relación con los jóvenes, su mensaje, su figura atrayente, sin duda está relacionado en esto”, dijo.
Actualmente, el Seminario Conciliar de Ciudad Juárez atiende a unos 125 seminaristas, y se espera que al menos la mitad se ordenen como sacerdotes.
Lo anterior basándose en el comportamiento habitual de las generaciones de seminaristas.
“Hay que recordar que de cualquier modo, quienes no se ordenan como sacerdotes, terminan sirviendo a la iglesia, y egresan formados en valores y siendo personas de bien”, dijo Orona. (Karen Cano)
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