Staff/
El Diario de Juárez
“Uno ni la debe ni la teme, pero nos pueden tocar los balazos en cualquier parte”, lamentó ayer un comerciante del sector donde dos agentes ministeriales fueron emboscados por sicarios que les dispararon desde una pickup en movimiento, en la colonia La Cuesta.
Mientras los dos policías –uno herido y trasladado a un hospital– almorzaban, un grupo de cuatro pistoleros les disparó desde una camioneta negra en movimiento.
“Ya se los cargó la v…, ustedes ábranse”, gritaron los pistoleros a los demás comensales para que se pusieran a salvo, según una persona presente en los hechos.
Los elementos repelieron la agresión, pero uno de ellos resultó lesionado, así como dos mujeres que atendían el negocio.
En el lugar todavía ayer quedaban rastros de sangre en el piso. En el puesto de comida rápida están seis impactos de bala, algunos, parece, de grueso calibre.
“Estábamos asustados, yo me escondí en el rincón”, narra un testigo de la agresión que dice que las ráfagas ya las había escuchado antes, por lo menos en dos ocasiones.
Cuenta que una mujer que comía en el establecimiento corrió a esconderse y luego, cuando ya pasó todo, entró en shock.
Pero no es la primera vez que el hombre, presencia una ejecución o un intento de homicidio.
Hace algunos años, rememora, “me encontraba de parquero en un bar en la avenida 16 de Septiembre y Guatemala, cuando rafaguearon una Suburban”.
“Yo hasta les pité para que se estacionaran, pero no sabía que eran malandros”, recuerda irónico.
En la escena del crimen parece que no pasa nada. Los negocios aledaños abrieron como cualquier otro día.
En ese segundo ataque contra policías ministeriales el jueves, un agente resultó herido y se activó una alerta máxima en las corporaciones policiacas que operan en la ciudad.
“A esa gente hay que meterla al bote, que les den cadena perpetua o darles la inyección letal para que se mueran”, se refiere a los sicarios.
redaccion@redaccion.diario.com.mx
@