Javier Olmos/
El Diario de Juárez
A pesar de que habitan en la periferia, miles de familias juarenses se quedan sin recibir apoyo de las autoridades debido a que la Federación partió las colonias para crear Zonas de Atención Prioritaria (ZAP).
Quienes no viven dentro de esos polígonos, definidos por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), no tienen acceso a los programas federales por más que los necesiten, reclamó la directora de Desarrollo Social del Municipio, María Antonieta Pérez Reyes.
Un ejemplo es la colonia Felipe Ángeles, ubicada en el norponiente. Está sectorizada en tres partes: dos ZAP y una gran extensión de viviendas en terreno libre, sin categoría, donde habitan varias familias que han solicitado alguna ayuda en especie y les ha sido rechazada, dijo la funcionaria municipal.
Los apoyos se entregan a través de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) y en algunos casos los empleados de la dependencia tomaron los datos, pero ya no regresaron.
Ana Isabel Rodríguez López vive con tres hijas en la calle Segunda de Ugarte, casi en la esquina con Loreto. Su casa prácticamente se está cayendo, tiene varios hoyos en la pared y la azotea. Incluso el cuarto donde duermen sus hijas ni siquiera tiene techo.
“Les pedí para mi techo y me dijeron que me iban a ayudar pero ya no vinieron, no me han ayudado con nada”, lamentó.
El Coneval estableció que en Juárez hay 102 colonias dentro de las Zonas de Atención Prioritaria. Según el mapa, que marca en color rojo dichos polígonos, al menos la mitad de ellas están fraccionadas en dos o más partes. Una parte de la calle puede recibir apoyo, la otra no.
Uno de los pocos asentamientos que están cubiertos en su totalidad por el ZAP es Anapra.
En contraste, Riberas del Bravo, en el suroriente de la ciudad, ni una parte pese a que tras las últimas lluvias las peticiones ante Desarrollo Social se dispararon, dijo Miguel Mendoza, de proyectos especiales de la dependencia.
La directora de esa área indicó que de 4 mil 310 personas que solicitaron apoyo como material de construcción, un cuarto adicional, ayuda para techar o despensas, el 63 por ciento se fue insatisfecho porque su petición no fue resuelta.
Una gran cantidad de ellos, agregó, también fueron rechazados por la Sedesol debido a que no viven en una ZAP y al Municipio se le complicó ayudarlos por la falta de presupuesto.
“Las zonas de Atención Prioritaria no están de acuerdo a la realidad, ellos establecen 102 colonias y una misma la parten a la mitad a pesar de que son del mismo sector de clase desprotegida económicamente”, señaló Pérez Reyes.
“Es un problema muy fuerte porque vienen muy enojados cuando saben que a la familia de enseguida sí se le va a levantar un cuarto 4 por 4 y a ellos no les toca”, agregó. “Nos crea conflicto con esos criterios que no están apegados a la realidad y no son justos”, por lo que urgió a modificarlos.
El subdelegado de la Sedesol, Carlos Calleros, se deslindó de la forma en que se aplican los programas federales al señalar que es el Coneval el encargado de definir las zonas de prioridad.
Las ZAP se definen con base en estudios socioeconómicos de la población elaborados por el Coneval. El más reciente fue publicado en 2015. “Sí está actualizado, el censo se hace cada 10 años”, afirmó Calleros.
Lo que hace Coneval es que prioriza qué segmentos de colonias son las que tienen el mayor rezago. En el caso de Ciudad Juárez el cinturón donde marca que hay pobreza extrema va desde Lomas de Poleo hasta los kilómetros, todo alrededor del Camino Real, refirió.
De cualquier forma, el funcionario sostuvo que ninguno de los programas de la Sedesol está restringido a cierto sector de la población. Ciertos programas aplican en ZAP y hay otros que tienen cobertura en toda la ciudad como 65 y Más y Prospera, dijo.
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