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El Diario de Juárez
La Fiscalía General del Estado (FGE) Zona Norte autorizó que se reclasificara la presunta participación de cuatro personas detenidas en el 2013 y señaladas como integrantes de una supuesta banda de extorsionadores denominada “La Tota”.
El cambio permitió que ayer fueran sentenciados a una pena menor, 7 años y seis meses de cárcel, Efrén Díaz López, apodado “El Blacky”; Damaris Figueroa Torres, César Alberto Canales Hernández, “El Beto”, y Miguel Ángel Regalado Franco, alias “La Tota”, y señalado como el líder de esa célula.
El 8 de diciembre del 2013 al ser presentado “El Tota” a los medios de comunicación, personal de la Fiscalía dio a conocer que él y su hermana Elizabeth Regalado Franco eran responsables de extorsionar más de 100 negocios.
Ayer, el fiscal dijo que horas antes del arresto, “El Blacky” ya les había entregado a las otras personas 8 mil 500 pesos producto de las “cuotas”.
En una audiencia judicial de carácter público, el agente del Ministerio Público (MP) Irving Almaraz Ortiz explicó que al momento de los hechos el delito de extorsión se castigaba con prisión vitalicia pero para este caso se tomó en cuenta la pena máxima establecida en esa época para ese ilícito, que era de 15 años de cárcel.
Sobre ésta se hizo la reducción que permite la ley cuando los procesados aceptan ser enjuiciados a través de un procedimiento abreviado y debido a que la participación de los sospechosos se reclasificó de coautores a cómplices auxiliadores el castigo se redujo más.
Además del castigo físico, los cuatro fueron sentenciados también al pago de 106 mil pesos que cobraron en “cuotas” y una multa de 16 mil 622 pesos.
El fiscal dijo que la víctima fue notificada y no se opuso a la celebración del procedimiento abreviado.
Las cuatro personas estaban ya a disposición de un Tribunal de Enjuiciamiento para que se llevara a cabo un juicio oral, pero ante las negociaciones pidieron ser regresados ante la juez de Control que había aprobado el auto de apertura a juicio oral, Yira Célida Ochoa Contreras, quien les preguntó si de forma libre aceptaban el abreviado y renunciaban a su derecho a exigir un juicio oral y todos respondieron que sí.
Antes de ser sentenciados, las cuatro personas declararon que cobraban la “cuota”. Explicaron que el 6 de diciembre del 2013 César Alberto Canales envió a “El Blacky” a cobrar la extorsión a un despachador de la Ruta 5-B ubicado en la avenida De los Aztecas y Ponciano Arriaga y él fue.
Los 500 pesos que recogió los iba a entregar a Canales y a Damaris Figueroa, quien a su vez le iban a dar el dinero a “La Tota” y él a otra persona que sólo identificaron como “El Cholo”, quien no es parte de este proceso penal.
En su turno, el fiscal indicó que en el año 2009 la víctima –de identidad protegida– recibió un papelito y le ordenaron que se comunicara al número de teléfono anotado en el papel. Al hacerlo, una voz masculina le señaló que tendría que pagar 500 pesos cada semana si no quería que le quemaran los camiones.
Por miedo la víctima estuvo pagando desde esa fecha y hasta diciembre del 2013, el día 6 de ese mes se presentó a las instalaciones de la Fiscalía Estatal para presentar una denuncia y se implementó un operativo.
Los ministeriales esperaron a que se presentara el 'cobracuotas' a la terminal de la ruta y acudió “El Blacky”, quien aportó información sobre César y Damaris y ellos a su vez dieron los datos de “El Tota”, quien trató de oponerse a la detención y abrió fuego contra los ministeriales y en la refriega fue asesinado el hijo de él, de cuatro años de edad.
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