Luz del Carmen Sosa/
El Diario de Juárez
En enero del año pasado, los vecinos del fraccionamiento Campestre Arboleda observaron con sorpresa a un niño de 10 años que paseaba por las calles con sus peculiares mascotas: eran dos crías de tigre.
La explicación que el menor dio convenció a los azorados vecinos.
Sus padres habían solicitado la custodia de los animales exóticos vía internet a una autoridad federal, no precisó cuál, y les permitieron la custodia de los cachorros tras entrar en vigor la Ley de Protección Animal en México, que impedía el uso de animales en circos.
El menor comentó que también tenían un cocodrilo y con el paso de los meses los habitantes de la exclusiva zona residencial se acostumbraron a la presencia de los felinos en el jardín de la casa marcada con el número 422 de la calle Alabama.
Pero, tras el transcurso del tiempo y al alcanzar los tigres el tamaño y peso de adultos, un vecino denunció la presencia de los animales exóticos a la delegación estatal de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa).
La denuncia decía que los felinos estaban en la parte frontal de la vivienda, dijo Gustavo Rubio Hernández, delegado de la Profepa.
Los inspectores llegaron la mañana del miércoles al fraccionamiento cerrado, pero los guardias impidieron el acceso de los empleados federales, por lo que éstos notificaron el hecho ante el Ministerio Público Federal.
Los vecinos ayer dijeron a El Diario que presumían que “alguien aviso a los dueños de la casa”, los cuales huyeron y dejaron abandonados a cuatro tigres, dos de ellos cachorros y a un cocodrilo.
“A las 3 de la mañana se obtuvo la orden de cateo otorgada por el Juez Tercero Especializado en el Sistema Penal Acusatorio, del Centro de Justicia Penal Federal en la entidad, por un delito ambiental. Y los animales fueron asegurados”, dijo el delegado federal.
El Ministerio Público Federal integró en la averiguación previa la conducta de los guardias del fraccionamiento, quienes podrían ser sujetos a proceso penal por obstrucción de la justicia, ya que no existía ningún impedimento legal para la incursión de los inspectores de al Profepa al interior de la zona habitacional.
Rubio informó que los animales asegurados fueron enviados al zoológico de Aldama, Chihuahua, donde permanecerán hasta en tanto concluya el proceso legal.