Local

A ‘dormir’ al Cerecito

Salvador Castro/
El Diario de Juárez

2017-08-18

“Me asustaron, los agentes estaban entre la oscuridad de la calle; mire, aún estoy temblando”, expresó una guiadora que fue sometida a la prueba de alcoholímetro durante el primer retén instalado la noche del jueves en la ciudad, después de la inauguración del Cerecito y de la entrada en vigor el nuevo Reglamento de Tránsito.
La mujer, quien vestía ropa de gimnasio, sólo resultó con aliento alcohólico, por lo que se le permitió continuar su camino.
La conductora expresó que había tomado una dos copitas durante la cena.
“Vengo sola, ya es tarde; no vengo de fiesta. Sí asustan, nunca me había tocado un retén y estoy temblando”, expresó.
La mujer se subió a su camioneta para retirarse del punto de revisión, no sin antes expresar que “está bien que agarren a los borrachos para que no vaya hacer más daño”.
Esta suerte no fue la misma para un hombre que era acompañado por su padre, quien rebasó el límite permitido de alcohol en la sangre, de acuerdo con la nueva reglamentación.
“Va tener que ser remitido al Ceresito. ¿Sabe lo que es éste? preguntó el médico al guiador, quien contestó que lo había visto por las noticias de la televisión durante la tarde.
Pese a ello, el hombre admitió haber ingerido bebidas alcohólicas y ponerse al volante.
“¿Viene alguien con usted?” Le preguntó el encargado de Derechos Humanos del Municipio, Rogelio Pinal, que participa en el operativo.
“Sí, mi padre”, expresó el guiador ya resignado a pasar el resto de la noche y del día en prisión.
“¿Tiene alguien que pueda venir por su padre? Ya que también se le va recoger el automóvil”, le dijo.
Posteriormente, el representante de Derechos Humanos se acercó al hombre ya entrado en edad, quien atinó a contestar que su nuera vendría por él y la iba a llamar.
Expresó que acude a los retenes como observador para que se respeten las garantías de los ciudadanos. Además, también acudirá al Ceresito para supervisar las labores que se realizan ahí.
El guiador ebrio fue encerrado en una camper de Tránsito Municipal, junto con otros dos hombres que presentaban un estado similar, en la que solo había una pequeña ventanilla por donde entraba el aire.
Uno de los detenidos golpeaba desesperado con los puños la carrocería de la unidad oficial a la vez que gritaba que se estaba ahogando y pedía que lo sacaran de ahí, argumentó que no aguantaba el calor que se sentía en el interior.
Sin embargo, permaneció encerrado en la camper hasta que finalmente cayeron otros guiadores ebrios para ser trasladados, todos juntos, al Ceresito.
El retén fue instalado a las 22:30 horas de la noche del jueves en la avenida Manuel Gómez Morín, a unos metros de distancia del Camino Escudero. La acción fue encabezada por la directora de Tránsito Municipal, Verónica Jaramillo.
“En el momento en que se sorprende a la persona con aliento alcohólico se asusta y se pregunta qué me va a pasar ahora, ya que saben de la apertura del Cerecito”, expresó.
Los retenes serán instalados de manera sorpresiva cualquier día de la semana, con esa estrategia esperan que las personas tomen conciencia para evitar conducir mientras que se encuentren bajo los efectos del alcohol.
No pasaron ni cinco minutos luego de que se retiró la conductora que “la libró”, cuando los elementos presentaron a revisión a otra mujer que manejaba una camioneta con placas del estado de Texas.
La conductora dijo que estuvo en una reunión con sus amigas, con las que cena cada tres semanas y se toman una o dos copas. Resultó solamente con aliento alcohólico.
“Está muy bien que instalen estos retenes y sea parejo para todo mundo, una o dos copitas no pasa nada, sobre todo porque estamos festejando, pasándola a gusto. Salí con aliento alcohólico con dos Margaritas que me tomé en la cena. Vino mi hija conmigo y uno debe saber hasta dónde beber”, comentó.
Los elementos la pasaron a revisión con el médico junto a otros guiadores, uno de ellos conducía una camioneta van en la que viajaban integrantes de un grupo musical.
El guiador admitió haberse tomado “unas cervecitas”, pero sólo resultó con aliento alcohólico.
“Ya no vaya a tomar esta noche”, le comentó el médico.
El conductor se subió a la camioneta y se alejó del retén imprimiendo velocidad al vehículo donde lo esperaban sus compañeros.
Durante el transcurso de la noche otros guiadores fueron bajados de sus automotores y hasta esposados para ser presentados a revisión con el médico.
“¿Por qué los esposan?”, preguntó un reportero a uno de los oficiales. Le explicó que algunos guiadores ebrios se han dado a la fuga corriendo.
Al final de las revisiones se informó que fueron detenidos y enviados al Ceresito 19 guiadores que presentaban algún grado de ebriedad, los cuales pasarán de 24 a 36 horas de prisión, sin derecho a salir libres mediante el depósito de una multa.

scastro@redaccion.diario.com.mx

X