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La sentencian a 3 años por homicidio de abogado

Blanca Carmona/
El Diario de Juárez

2017-08-16

María Guadalupe Pereda Moreno encontrada culpable de haber asesinado de un balazo a su pareja el abogado Carlos Alberto Balderas Castañeda, ayer fue sentenciada a 3 años de cárcel con derecho a la libertad condicional si cumple con pagar la reparación del daño que asciende a más de 436 mil pesos.
Moreno lloró al escuchar la pena que le impuso un Tribunal de Enjuiciamiento. La madre de la víctima también derramó lágrimas al percatarse que las juezas no accedieron a la petición del Ministerio Público (MP) de condenarla a 7 años de prisión.
En la acusación presentada por el MP en contra de Pereda, se señala que el 14 de octubre del 2015 en un domicilio en la calle Belice cruce con Tepeyac de la colonia Hidalgo, ella le disparó a Carlos Alberto Balderas Castañeda.
La víctima recibió el impacto de bala en la arteria hepática y murió a consecuencia de un shock hipovolémico consecutivo a la laceración de esa arteria.
El hecho fue clasificado por el MP como homicidio simple intencional. Pero con el voto en contra de la juez Emma Terán Murillo, el Tribunal determinó que es un homicidio en riña y Pereda Moreno fue considerada como provocada por el ahora occiso.
La reclasficación que hizo el Tribunal, que permitió imponer una pena reducida a María Guadalupe, fue tras juzgar con perspectiva de género y luego de una serie de manifestaciones por parte de las integrantes de la Red Mesa de Mujeres, organización civil que llevó su defensa y en varias ocasiones afirmó que Pereda Moreno es una sobreviviente de feminicidio.
Sin embargo, en la sentencia emitida por el Tribunal se recalcan una serie de datos contradictorios entre los testigos aportados por la Red Mesa de Mujeres e incluso se señala que los testigos aportaron datos falsos.
Algunos de estos son las declaraciones de dos compañeras de la carrera de criminología que se contradicen.
Una de ellas dijo que la sentenciada decía que eran felices en pareja y que él había aceptado a su hija mayor, mientras que otra mencionó que siempre llegaba triste.
La sentencia dictada ayer aún no queda firma. Tanto el MP como la defensa cuentan con 10 días para interponer algún recurso si lo consideran necesario.

bcarmona@redaccion.diario.com.mx
Mientras que la testigo B. R. M. M. dijo que María Guadalupe platicaba de su esposo Carlos, decía que se sentía muy feliz, que convivían muy bien, viajaban y él había aceptado a su hija mayor.
La testigo A. K. C. C. afirmó que María Guadalupe siempre llegaba a la escuela triste, con cara destrozada y mal, y al preguntarle qué pasaba ella decía que Carlos la maltrataba, le pegaba y la amenazaba con quitarle a las niñas e incluso declaró que la ahora sentenciada usaba collarín por los golpes que recibía de su pareja.
Esas testigos también cayeron en contradicciones al señalar lo ocurrido el día que Carlos fue asesinado.
Ambas dijeron que se vieron en la casa de una de ellas para hacer una tarea y ahí llegó María Guadalupe y la víctima e iban peleando y al estar en el baño las tres mujeres la hoy sentenciada les mostró la espalada.
Una de las testigos dijo que Pereda traía la espalda roja con las manos de Carlos marcada y otra marca en el cuello y la otra testigo A. K. C. C., afirmó que no observó ninguna lesión a Pereda.
En las primeras audiencias la defensa no había hecho mención de estas testigos.
En tanto que la propia María Guadalupe dijo en una de sus declaraciones que el día que ocurrió el homicidio, estaban en la casa de la calle Bolivia y ella estaba lavando los platos cuando uno de los trastes se cayó y el ruido despertó a su pareja y ahí inició una discusión. Nunca mencionó que habían ido a la casa de una compañera a hacer la tarea.
La sentencia dictada ayer aún no queda firma. Tanto el MP como la defensa cuentan con 10 días para interponer algún recurso si lo consideran necesario.

bcarmona@redaccion.diario.com.mx

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