Gabriela Minjáres/
El Diario de Juárez
Las irregularidades y descontrol en el que opera el transporte público colectivo de pasajeros en la ciudad son todavía peores en el servicio especial para trabajadores, principalmente de la industria maquiladora, que son movilizados en más de tres mil camiones con mayores deficiencias que los autobuses de servicio urbano.
Y es que tan sólo la cantidad de concesiones y camiones que operan para el servicio especial son casi el doble que las del transporte colectivo de pasajeros, cifra que se disparó en un 53 por ciento en los últimos tres años.
Además, porque la mayoría de los camiones incumple con la portación de placas, engomado ecológico y modelo que exige la ley, así como con la obligación de estacionarlos en terminales, por lo que muchos de ellos se paran en distintos puntos de la ciudad y entorpecen el tráfico vehicular.
“El mayor desorden que hay con el transporte público en la ciudad es el que da servicio a la maquiladora”, dice Víctor Estala Banda, titular del Departamento de Transporte Público en la Zona Norte dependiente del Gobierno del Estado.
Explica que si en el transporte público siete de cada 10 camiones no traen placas y están fuera de modelo, en el transporte de personal es superior la cifra, aunque no específica la cantidad porque anticipa que están en proceso de hacer una revisión a detalle de este tipo de servicio.
Sin embargo, comenta que también hay varios concesionarios agrupados en empresas constituidas como personas morales que dan un buen servicio, pero que son los menos, ya que la gran mayoría de las concesiones para el transporte especial también conocido como transporte de personal se encuentran en poder de particulares, de personas físicas.
Datos oficiales correspondientes a 2015 indican que en la ciudad hay tres mil 700 concesiones de transporte público especial, de las cuales sólo poco más de tres mil se encuentran activas.
De acuerdo con un comparativo histórico de las concesiones autorizadas para el servicio de personal se detectó que la cantidad aumentó en el 2015, cuando pasaron de dos mil 455 a 3 mil 746, es decir, se entregaron mil 291 licencias nuevas para operar en Ciudad Juárez que equivalen a un 53 por ciento más.
Concesionarios atribuyeron esta situación al lucro que hay con este servicio, que principalmente es contratado por empresas maquiladoras, por lo que las autoridades entregaron cientos de licencias nuevas para favorecer a empresas de transporte foráneo de pasajeros que buscaron introducirse a este mercado.
De tal suerte que si en el servicio de transporte colectivo de pasajeros hay una sobresaturación de concesiones porque de las mil 876 se requieren apenas la mitad, expusieron que en el de personal la situación es todavía peor.
“Grandes consorcios se interesaron en este servicio porque ven que es un negocio y las autoridades los solaparon dándoles cientos de concesiones y metieron camiones viejos que nomás tienen buena fachada”, afirmaron transportistas que pidieron el anonimato.
Cifras recientes proporcionadas por la Asociación de Maquiladoras (Amac- Index Juárez) indican que el año pasado gastaron 32 millones de dólares en el transporte de 279 mil trabajadores.
Pese al gasto millonario que la maquiladora hace en el traslado de los trabajadores, Estala Banda dice que esto no se refleja en la calidad del servicio, porque los empleados son traslados en camiones viejos, en malas condiciones físicas y mecánicas, que son toleradas por las mismas empresas que contratan el servicio en esas condiciones.
Además, menciona que la cantidad de camiones autorizados para el servicio especial causa un caos vial en la ciudad, no sólo en las inmediaciones de los parques industriales donde dejan o recogen a los trabajadores, sino casi en toda la ciudad porque los choferes se llevan los camiones a sus casas para prestar el servicio en los horarios contratados por las empresas.
Esto, destaca, a pesar de que la Ley de Transporte Público y sus Vías de Comunicación determina que los concesionarios deben disponer de las estaciones o terminales adecuadas, “entendiéndose por éstas el lugar o lugares donde hayan de concentrar las unidades afectas al iniciar o concluir el servicio”.
Dichas estaciones o terminales, agrega el artículo 38, no serán autorizadas si con ellas se invade la vía pública, lo que ocurre de manera común.
Ante estas condiciones, Estala anticipa que en breve iniciará un programa especial para ordenar el servicio especial para trabajadores, para el que pedirá también el apoyo de las empresas que lo contratan con la finalidad de que garanticen el traslado de su personal en condiciones dignas y seguras.
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