Karen Cano/
El Diario
A orillas del Río Bravo a la altura de las compuertas, ayer quedaban los vestigios de lo que parece haber sido un día de campo multitudinario.
Desde botellas de plástico, artículos desechables para servir comida y hasta pañales usados, ayer el sitio lucía con basura por todos lados.
“Está ‘rebonito’ aquí, nada más que la gente somos cochinitos”, dijo Víctor Hernández, que en medio de la basura decidió refrescarse y tomar un baño en las aguas del cauce.
Pese a las reiterativas recomendaciones por parte de autoridades de Protección Civil de no nadar en el río, las familias siguen acudiendo, sobre todo los fines de semana, dejando además tras de sí una estela de basura que nadie recoge, según comenta Víctor.
“Los fines de semana se llena, nosotros venimos ahora porque hacía calor, traíamos unas cervezas pero ya se acabaron, vamos por más y regresamos más al rato”, dijo el hombre.
Una de las mujeres que le acompañaba, dijo que ella no tenía intenciones de nadar en el río, pero que acompañó a Víctor con la idea de poder pescar algo para comer, aunque finalmente no encontraron nada.
Tras las lluvias registradas en los últimos días, se pudo apreciar que el nivel del agua le llegaba a Víctor hasta las rodillas, además de que la corriente, dijo, se sentía fuerte.
Eso no le impidió a él ni a uno de sus amigos que le acompañaba, el tirarse varios clavados y disfrutar de las aguas al mediodía.
“Sí está muy sucio, todos venimos aquí, yo creo que deberíamos venirnos a darle una limpiada”, dijo momentos antes de marcharse con sus acompañantes, entre los que se incluía dos perros que también nadaban en el cauce.
El martes 11 de abril fueron liberadas las aguas del Tratado de 1906, provenientes de la presa de El Elefante y El Caballo y destinadas a agricultores del Valle de Juárez.
Desde entonces, y como cada año, autoridades de Protección Civil del Municipio hicieron la recomendación de no pescar en el río Bravo ni tampoco bañarse ahí por los riesgos salubres que esto representa.
“Desconocemos la calidad del agua, por eso recomendamos que nadie pesque ahí, no sabemos si el pez o lo que saque cumpla con las condiciones sanitarias para consumirse”, dijo Efrén Matamoros, director de Protección Civil Municipal.
A estas prácticas se le suman las cantidades de basura que dejan los visitantes, y que forman parte de la contaminación de este sitio.