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Con un chorrito de agua resisten el calorón

Karen Cano/
El Diario

2017-07-24

Como cada tarde, Florencia saca al patio las ollas en las que cocina y las lava con la poca agua que logra recolectar durante la mañana.
“A nosotros al menos nos llega un chorrito, aunque a veces se va toda la tarde y ya no regresa hasta el día siguiente”, declara la mujer que tiene más de 10 años de vivir en la colonia Lomas de Poleo.
Aun cuando asegura que el suministro es mejor que en otros años, en este verano y en medio de las altas temperaturas los problemas para abastecer la necesidad de agua de su familia persisten.
“Hace tres meses se nos fue una semana completa, y ahí andamos pidiéndoles a los vecinos; a veces ellos nos piden a nosotros”, dice.
La mujer comenta que el desabasto se presenta principalmente por las noches y la madrugada, cuando deja de salir el agua totalmente.
En su casa, ubicada en la calle Cilantro esquina con Barranco, viven las familias de tres de sus hijos, por lo que es necesario hacer un acopio que garantice el abastecimiento diario, no sólo para consumo sino también para las labores domésticas y el aseo, que se multiplican.
De acuerdo con la JMAS es la falta de mantenimiento lo que provoca averías en casi la mitad de los 180 pozos que hay en la ciudad, lo que impacta en el abasto del agua durante esta temporada de calor.
A una cuadra de donde Florencia vive, una de sus vecinas que atiende una tienda de abarrotes afirma que en su casa no tienen ese problema, pero sí otras familias de la colonia.
“Se quedan muchos días sin agua y vienen y nos piden”, dice.
El suministro de agua es deficiente, no sólo porque a veces se corta, sino también por fallas eléctricas que impiden que este se dé en algunas ocasiones, denuncia Lorena Luna, quien tiene más de 11 años viviendo en Lomas de Poleo.
“A veces se nos va el agua, a veces vienen pipas. Antes no teníamos drenaje ni nada, alumbrado público tiene poco que nos lo pusieron. Con agua tenemos el año, dicen que el agua no es buena para tomarse, a mí no me gusta, cuando la tomo me enfermo del estómago”, cuenta.
“Tengo 10 años aquí, y siempre ha sido lo mismo, hemos pasado años peores”, reitera Florencia. (Karen Cano / El Diario)

kcano@redaccion.diario.com.mx

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