Luz del Carmen Sosa/
El Diario
El evidente miedo entre los juarenses de que resurjan escenarios de extrema violencia en la frontera, no logra ser contrarrestado con el trabajo realizado por las corporaciones policiacas, al menos durante el primer semestre del año.
Los resultados dados a conocer por la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU) reveló que siete de cada 10 juarenses reportaron sentirse inseguros durante el segundo trimestre del 2017.
Lapso que coincide con el repunte de violencia en la ciudad, pues sólo en junio se registró la mayor racha de homicidios en lo que va de la administración, con 31 crímenes en tres días. Además, fue el segundo más violento del año al cerrar con 81 asesinatos.
“Desafortunadamente la racha violenta de tres días al final de junio creó un ambiente en la sociedad de inseguridad. Estamos conscientes de ello, trabajamos en la contención inmediata y posteriormente para la solución del problema”, dijo ayer el fiscal en la Zona Norte, Jorge Arnaldo Nava López.
En tanto, el secretario de Seguridad Pública Municipal (SSPM), Ricardo Realivázquez Domínguez, dijo que para controlar los “picos” de violencia que se han registrado durante el presente año “se está trabajando con labores de investigación e inteligencia, que ha llevado a importantes aseguramientos de armas de fuego, drogas, vehículos y dinero en efectivo, así como de detenciones de presuntos delincuentes”.
La ENSU mostró un aumento de 18.4 puntos porcentuales contra el mismo período del 2016, cuando el índice presentó una sensación de inseguridad del 52 por ciento.
La visión de insatisfacción de seguridad pública de los juarenses comenzó a repuntar desde el tercer trimestre del año pasado, cuando el indicador empezó a mostrar niveles por encima de los 60 puntos porcentuales.
Para el fiscal Nava lo prioritario es reforzar las estrategias de prevención a la par de la contención e investigación de los fenómenos delictivos que están cambiando.
“También debemos de hacer del conocimiento de la sociedad que son problemáticas diferentes a los que tuvimos en los años 2007 en delante, las estrategias de seguridad van encaminadas a impedir que se vuelva a la inseguridad de esos años”, aseguró.
Consideró que con el redireccionamiento de la estrategia hacia los nuevos fenómenos delictivos “vamos a lograr controlar la incidencia delictiva y de esa manera ir generando en la ciudadanía confianza y un ambiente de seguridad en las calles”.
El responsable de la Policía Municipal dijo que esta corporación está recuperando la confianza ciudadana haciendo lo que le corresponde, es decir, “con detenciones y aseguramientos históricos que años atrás no se habían registrado”.
“Hemos realizado importantes aseguramientos de armas de fuego, drogas, vehículos y dinero en efectivo, así como de detenciones de presuntos delincuentes como son extorsionadores, asaltantes, narcomenudistas y homicidas, varios de ellos pertenecientes a la delincuencia organizada”, aseguró.
El martes pasado el presidente de la Asociación de Hoteles y Moteles, Martín Alonso Cisneros, señalaba que a pesar de que las autoridades han atribuido que (la violencia) es por problemas entre los grupos del crimen organizado y no contra los ciudadanos, el ambiente de inseguridad propicia otro tipo de delincuencia –como extorsiones y asaltos– que termina por afectar al resto de la población.
“Eso nos afecta directamente porque eso sí le pega al ciudadano común, porque se va haciendo del conocimiento de los habitantes y empiezan a sentir el miedo de salir”, comentó.
El vicepresidente de la Cámara Nacional de Autotransporte de Carga (Canacar) en México y presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), Manuel Sotelo Suárez, comentó que “pese a que se reconoce que las autoridades están trabajando conjuntamente no ha sido suficiente para quitar esa percepción de la comunidad, y tristemente esa es una realidad que estamos viviendo”. (Con información de Abraham Rubio)
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