Fernando Aguilar
El Diario
Con severos estragos provocados por la lluvia, los poblados del Valle de Juárez intentan regresar a la normalidad luego de la tormenta que dejó incomunicada esta zona del resto de municipio.
Esta mañana, trabajadores de la Junta Municipal de Agua y Saneamiento (JMAS) bombean el agua de los costados de la carretera Juárez-Porvenir hacia el canal de riego que yace enseguida.
Elementos de Protección Civil auxilian en esta tarea mientras agentes de la Policía Municipal vigilan el perímetro en San Isidro.
En Loma Blanca, vecinos denunciaron no tener agua potable y que el agua se metió hasta sus casas y echó a perder muebles, prendas de vestir y documentos importantes.
Efrén Matamoros Barraza, director de Protección Civil del Municipio, explicó que el fenómeno que se vivió el sábado por la noche fue atípico para la temporada.
De acuerdo con el funcionario, la magnitud de la tormenta fue tan grande que tres de los cuatro diques en servicio en la zona se llenaron a su máxima capacidad y uno más al 50 por ciento.