Fernando Aguilar/
El Diario
Tras la tormenta de lluvia y granizo registrada el sábado por la noche, los poblados del Valle de Juárez volvían ayer a la normalidad luego de encontrarse incomunicados con el resto del municipio.
Cuadrillas de diferentes dependencias gubernamentales estatales y municipales retiraron la tierra de arrastre que se había depositado en la carretera Juárez-Porvenir, vía que ayer hacia el mediodía, aún cuando estaba ligeramente encharcada, permitía el paso de los automovilistas por uno de los carriles.
Esta tierra era acomodada en los costados de la vía, donde se apreciaban grandes montones.
Aunque se presentó con “severa” intensidad, el saldo de estas precipitaciones sólo fueron varias anegaciones severas y enseres domésticos mojados, dio a conocer Efrén Matamoros Barraza, director de Protección Civil del Municipio, quien descartó que se registraran personas ahogadas o lesionadas por la corriente o los encharcamientos.
Sin embargo, algunos vecinos de Loma Blanca se quejaron molestos de no contar con suministro de agua potable o con baja presión de líquido desde el sábado por la noche.
Matamoros Barraza indicó que ello se debía a que la gran acumulación de agua trajo consigo que se produjeran socavones en el suelo, lo que desembocó, explicó el funcionario, en la rotura de ciertas tuberías en la que personal de la Junta Municipal de Agua y Saneamiento (JMAS) trabajaba ayer.
Una visita a la zona permitió advertir que el agua transferida desde la carretera por las motobombas corría a toda velocidad hacia el sur por un canal aledaño que estaba lleno a tope y despedía un fétido olor.
Al mediodía, empleados de la Junta llevaban a cabo estas labores mientras agentes de la Policía Municipal vigilaban el perímetro y personal de Protección Civil evaluaba los daños resultantes.
Además, representantes del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) visitaban varios domicilios y trabajadores de Servicios Públicos Municipales hacían tareas de limpieza.
Una de las principales afectaciones fue el desbordamiento del canal de riego hacia la carretera, que incomunicó entre sí los poblados de Loma Blanca, San Isidro y San Agustín el domingo pasado.
La lluvia y el granizo echaron a perder al menos 13 cultivos de trigo y alfalfa, dijeron productores agrícolas de la zona.
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