Fernando Aguilar
El Diario
Familias que llevaban décadas separadas por la frontera entre México y Estados Unidos se reencuentran esta mañana en el cauce del río Bravo, donde se abrazan durante cuatro minutos antes de volver a sus respectivos países.
Se trata de un evento llamado ‘Abrazos, No Muros’, en el que participan más de 150 personas de uno y otro lado de la frontera, explicó Fernando García, director ejecutivo de Border Network for Human Rights, la organización que coordina.
La iniciativa reúne a personas que llegaron a Juárez desde lugares tan remotos como Oaxaca y otras latitudes del sur del país.
Sin importar el lodo que reviste la superficie del río, las personas de abrazan y se bendicen.
Un profundo llanto de alegría invadió a Fidelia, una madre que llegó desde el sur de México sólo para reencontrarse con su hijo que decidió emigrar a Estados Unidos hace varias décadas en busca de mejores oportunidades de vida.
Esta es la cuarta edición del evento y como todas las anteriores se realiza en las inmediaciones del Puente Negro, ubicado en el bulevar Bernardo Norzagaray.
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