Gabriela Minjáres
El Diario
Las fallas en el acueducto Conejos-Médanos, que contribuyen al desabasto de agua potable, no se han corregido porque la Junta Municipal de Agua y Saneamiento (JMAS) y la empresa Carso Infraestructura y Construcción (CICSA), propiedad de Carlos Slim Helú, se niegan a asumir los costos de reparación en las líneas de conducción.
Además porque en la administración pasada el organismo operador del agua incumplió durante varios años con los pagos de manera puntual a la concesionaria y postergaron la solución del problema, aseguró Jorge Domínguez Cortés, presidente de la Junta.
Sin embargo, a tres años y medio de que la JMAS asuma el control del acueducto cuando se termine la concesión del servicio que fue otorgada por 10 años, la descentralizada del Estado busca un acuerdo con CICSA para solucionar las fallas.
“Queremos que el acueducto esté al 100 por ciento, por eso ya empezamos a apretar para decir: entrégamelo en condiciones óptimas de manejo, no con esa deficiencia”, dijo el presidente de la JMAS.
El Diario ha buscado obtener la versión de la empresa constructora, pero el personal no ha sido localizado en los números de teléfono de las oficinas corporativas con sede en la Ciudad de México y en Ciudad Juárez que aparecen publicados en el portal de Internet.
El acueducto, que consta de 23 pozos profundos que se localizan en San Jerónimo –a unos 15 kilómetros de la ciudad–, no opera en su máxima capacidad porque desde hace varios años registra fallas en las líneas de conducción, que ante la presión se rompen.
Para evitar fugas y riesgos se optó por disminuir hasta un 10 por ciento la cantidad de agua que se debe distribuir al año.
El presidente de la Junta comentó que desde enero de este año han sostenido varias reuniones con CICSA para buscar soluciones a las fallas en la obra, pero hasta la fecha no han concretado nada y esperan que este miércoles 28 de junio, cuando tienen otra junta, lleguen a un acuerdo.
Explicó que los concesionarios les presentaron cinco opciones para corregir los desperfectos, pero decidieron analizar sólo dos proyectos que consideran tienen mayor viabilidad.
Una de las propuestas, detalló, consiste en cambiar el curso del recorrido de las líneas que llegan a la zona urbana, justo donde se han presentado las fugas; o de plano cambiar la tubería en la que se han registrado las roturas.
Pero agregó que hasta el momento no han identificado costos ni quién asumirá el pago, porque tanto la Junta como CICSA consideran que no son responsables de las fallas y no quieren asumir los costos.
“Ellos discuten que no es culpa de ellos porque esto sucedió cuando ya estaba en operación y dicen que son responsables de la construcción, pero nosotros les decimos que estas fallas vinieron de equis tiempo después de haberse operado y deben considerarse como fallas de origen de la construcción”, mencionó Domínguez Cortés.
Agregó que para evitar un litigio, que podría resultar costoso y tardado, la Junta busca “llegar a un arreglo” con la concesionaria ya que al final, al no contar con el agua que se esperaba del acueducto, les ha representado gastar más dinero y ahora enfrentar una crisis por el abasto en varias colonias de la ciudad.
El funcionario reveló que si bien las fallas se empezaron a registrar desde junio de 2011 –un año después de que empezó a operar el acueducto en mayo de 2010– la anterior administración de la JMAS “no apretaba” lo necesario para corregirlas porque estaban atrasados en unos pagos correspondientes a los últimos dos o tres años.
Sin precisar el monto del adeudo, dijo que a finales del año pasado la Junta de Agua se puso al corriente luego de cubrir varias mensualidades de hasta 21 millones de pesos, cuando el pago regularmente oscila en los 13 millones al mes para cubrir las tarifas correspondientes a la inversión, operación y mantenimiento.
“Como la Junta ya está al corriente, porque afortunadamente hubo oportunidad durante el fin de año de cubrir unos atrasos de dos o tres años anteriores, inclusive le cargaron algunos intereses, dijimos: estamos pagando por algo que no estamos recibiendo el beneficio en su totalidad, vamos poniéndole solución a este problema, y ahí empezó la discusión”,
Por lo que ahora la JMAS espera que en la reunión de este miércoles se definan las acciones que llevarán a cabo para corregir la obra y que cumpla con la utilidad para la que fue construida: dotar de agua potable a Ciudad Juárez, principalmente a unos 45 mil usuarios que se localizan en el poniente, donde por décadas se han registrado problemas para llevar el servicio público.
gabrielam@redaccion.diario.com.mx