Itzel Ramírez/
El Diario
Becas, pensiones alimenticias, disminución de multas y hasta una tablet, de todo pidieron ayer los asistentes a la Feria Integral de Servicios realizada en Las Torres.
Armando Cabada aclara, desde el inicio, que lo suyo no se parece a lo anterior. El evento se llamará en el futuro Feria Independiente.
“Nosotros no las llamamos audiencias, es muy diferente a lo que se hacía antes, es más, nosotros la vamos a bautizar ya con el nombre oficial de Feria Independiente”, advierte el alcalde sin partido.
Apoyada por su mamá, una adolescente se le acercó a Cabada poco antes de retirarse a otro evento.
“Mi hija quiere pedirle algo”, anunciaba la mamá.
“Regáleme una tablet”, le pedía la chica a Cabada. El alcalde primero explicó que los dispositivos electrónicos que su administración regaló fueron para niños de escasos recursos, después se comprometió a conseguir la tablet a través de un patrocinador.
La fila más larga, sin duda, fue la del consultorio médico. Desde estudios ginecológicos hasta remoción de arrugas, no importando el sol abrasador, los servicios médicos ofrecidos gratuitamente fueron el éxito del evento.
Eso y los cuatro nuevos camiones para personas con discapacidad.
“Güero, ¿no le sabes, bajo a ayudarte?”, increpó Cabada molesto a uno de sus colaboradores que, sin la pericia requerida, no sabía ajustar los cinturones de seguridad para la mujer que en silla de ruedas, estrenó el camión.
“Desamárrenmela o lo hago yo”, exige el presidente. Antes, preguntó al operador si había sido capacitado para brindar la ayuda a las personas con discapacidad.
Ya en el interior del camión –nuevo, con aire acondicionado y recién llegado de Chihuahua–, Cabada y su esposa Alejandra, presidenta del DIF, se toman las fotos de rigor.
Al descender del vehículo, a Cabada le esperan más peticiones. Su esposa, siempre al tanto, ofrece ayuda del DIF y pulseras para ir gratis a nadar.
“Mi papá ya murió pero le hubiera dado mucho gusto verlo de presidente”, le dice uno de los asistentes.
Cabada sonríe. Minutos después, cuestiona a una lideresa vecinal ligada con el PRI sobre la vigencia de la credencial que la acredita como dirigente de colonias.
La sonrisa le regresa en cada foto solicitada.
“Esta niña se está cortando toda. Mire las fotos”, le cuenta al alcalde una mujer.
“Trae un problema psicológico. Alejandra, ayúdala”, contesta Cabada, dirigiéndose a la primera dama de Juárez.
“Con todo gusto. En el DIF está Julio, ahí la va a ayudar”, sonríe Alejandra Cabada. La pareja aparece uniformada: camisa blanca con logo del Gobierno, jeans y Converse blancos.
Las solicitudes continúan. Le piden rebajas a una multa por conducir en estado de ebriedad.
“Ahí sí nada se puede hacer, ni un peso se le rebaja, ni uno”, contesta el alcalde. Al final, ofrece a la mujer que carga la multa que acuda a la Tesorería Municipal y solicite plazos para pagar.
Los empleados municipales atienden a todo el que llega.
En unos puestos se brindan apoyos, trámites, gestiones, asesorías. En otros se pintan caritas de niños, hay fotos con botargas y en todos entregan aguas y jugos que llegan por cajas a las hieleras.
Después del recorrido, alguien suelta: “¿alcalde, ya está en campaña?”.
Al ser cuestionado le cambia el rostro. “No, es parte de mi trabajo”, ataja.
Antes, se ha comprometido a brindar ayuda en cada una de las peticiones recibidas, incluso las que escapan a su ámbito de Gobierno, el punto es nunca decir que no.
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