Martín Coronado/
El Diario
El hecho de que Juárez sea frontera impedirá que los gasolineros puedan competir porque el principal contrincante se encuentra en El Paso, y no tiene una carga fiscal tan fuerte como la de los mexicanos, adelantó el presidente del Colegio de Contadores, Sergio Parra Tapia.
Un comparativo realizado ayer con el tipo de cambio a 18 pesos y un costo promedio de dos dólares por galón, marca que el litro en El Paso cuesta 9.50 pesos, 21 por ciento menos que los 12.04 pesos que valía aquí ayer.
El contador dijo que los precios de El Paso les dan una ventaja, ya que desde enero a la fecha, el combustible se encuentra entre 20 y 25 por ciento más barato en el lado estadounidense.
Indicó que esto está provocando una enorme fuga de consumidores, y que ni el libre precio del combustible en Juárez frenará esa pérdida a menos que se logre un esquema en el que verdaderamente se pueda homologar el costo con las estaciones paseñas.
El especialista —quien fue uno de los que negociaron la homologación de precios alrededor del año 2000— indicó que mientras no se equiparen los costos a los de El Paso, los juarenses seguirán yendo a El Paso a cargar el combustible allá.
Indicó que las estimaciones de los contadores señalan que se están perdiendo ventas por unos 20 millones de litros mensuales, que suponen una derrama superior de 4 mil millones al año que se está yendo a El Paso, contando lo que los juarenses gastan en combustible y otros productos cada que cruzan la frontera.
Parra Tapia señaló que la Iniciativa Privada y los gobiernos tienen que ponerse de acuerdo para exigir a la federación un esquema que le permita a los gasolineros vender el combustible a un precio que realmente compita con el de El Paso.
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